Bloomberg — Ser alcista para América Latina es una de las tendencias más populares para los operadores de divisas a comienzos de 2023.
La esperanza de que China compense con creces la desaceleración económica en otras partes del mundo está impulsando a las materias primas. Junto a las elevadas tasas de interés de los países de la región tras meses de luchar contra la inflación, los operadores están temerosos de perderse la fortaleza de las divisas de la región.
El peso chileno, el peso mexicano y el real brasileño lideran los avances entre las divisas de mercados emergentes este martes, impulsando las ganancias de cada una de ellas por encima del 3,5%. Ello las ubica entre las cinco monedas principales con mejor desempeño en 2023. El peso colombiano no se queda atrás, con un avance del 2,5% incluso con las pérdidas de hoy.
Como gran exportador de todo, desde petróleo hasta mineral de hierro, América Latina se beneficiará del repunte de los productos básicos provocado por la decisión de China de abandonar su política de Cero Covid.
Lo mismo sucedió en el primer trimestre de 2022, cuando los mayores precios de las materias primas impulsaron los términos de intercambio de las economías de mercados emergentes, especialmente en la región, empujando al real brasileño, al peso chileno y al peso colombiano a apreciarse un 18%, 8,4% y 8,2%, respectivamente.
“Es un buen momento para ir en largo en Latinoamérica”, dijo Guilherme Lemos, gestor de cartera responsable de América Latina en XP Asset Management. “En promedio, los bancos centrales de la región han hecho su trabajo para controlar las expectativas de inflación, mientras que inversionistas ya evaluaron una tasa terminal de EE.UU. en alrededor del 5%”.
Aun así, la alta volatilidad de América Latina significa que la negociación está restringida a operadores que pueden tolerar los vaivenes. Eso ayuda a explicar por qué el peso mexicano ha sido el favorito de los operadores de carry trade durante más de un año, ofreciendo casi el mismo carry que el real brasileño con la mitad de la volatilidad anticipada.
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