Caracas — El salario mínimo venezolano no ha experimentado nuevos incrementos desde marzo del año pasado, mientras los trabajadores del país encabezan masivas protestas en todo el territorio, a la expectativa de nuevas medidas, que ya fueron asomadas por la administración chavista.
Ni en el mensaje anual a la nación ni en otras alocuciones a principios de 2023, el mandatario Nicolás Maduro se refirió al decaído salario mínimo, que se ubica actualmente en US$7 (130 bolívares según el tipo de cambio oficial), aunque sí destacó la reducción de los ingresos a la nación por consecuencia de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, que han comenzado a flexibilizarse.
Las manifestaciones de docentes, trabajadores de las empresas básicas y personal sanitario se han extendido en la capital venezolana y otras principales ciudades, exigiendo además de un nuevo aumento salarial, la derogación de instructivos implementados por la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), que aseguran ha causado una pérdida en sus bonificaciones, violando las contrataciones colectivas.
En el último incremento salarial, Maduro lo ajustó a medio petro, sin anclaje, que equivalía a US$29, en ese entonces 130 bolívares, que no fueron actualizados en medio de la galopante inflación y la devaluación del bolívar, en más de 70% durante los últimos meses.
Delcy Rodríguez, su vicepresidenta, dijo en una manifestación de maestros afines al chavismo el pasado sábado, que en las próximas horas, Maduro anunciaría decisiones económicas con respecto al salario. Desde entonces, Venezuela se ha mantenido atenta a las intervenciones oficiales.
Desde la mañana del domingo, a propósito de la conmemoración del Día del Maestro, les fue depositado al personal docente y demás funcionarios adscritos a los entes educativos en el país, un bono a través del sistema Patria, que no superaba los US$29.
Algunos economistas en redes sociales han presentado algunas reflexiones y teorías sobre el próximo aumento, con base en el Presupuesto Nacional designado para este año, y explican que el incremento podría nuevamente fijarse en relación a la criptomoneda venezolana, cuyo monto está estimado según el último precio del barril de petróleo y minerales.
En menos de un año, el salario mínimo retrocedió por encima de 300%, mientras la Canasta Básica Alimentaria supera los US$350 y el costo de los servicios públicos han dejado atrás la era del subsidio en Venezuela.