San José — Según estadísticas de Cámara Nacional de Productores de Piña, actualmente existen 44.500 hectáreas dedicadas a ese cultivo y Costa Rica se posiciona en el primer lugar de exportaciones de Centroamérica hacia Estados Unidos.
En 2021, los envíos costarricenses de piña fresca registraron un valor total de US$ 1,024 millones, en donde la Unión Europea representó más de US$ 391 millones (38% del valor) y el resto de los países europeos US$ 102 millones (10%). En total, este bloque representa la segunda región en importancia para los envíos de esta fruta.
Sin embargo, solo el 1,5% de la fruta fresca que se envía desde el país es orgánica y el reto para las empresas es impulsar la sostenibilidad en toda su cadena de producción.
Carbono neutral
Recientemente, el producto denominado Del Monte Zero fue validado como una fruta cultivada de manera sostenible por el organismo de certificación externo SCS Global Services, dedicada a la verificación, auditoría, pruebas y desarrollo de estándares mundiales.
La entidad, también valoró las más de 8.000 hectáreas de bosque que posee la empresa en Costa Rica y que contienen aproximadamente cinco millones de árboles.
“SCS Global Services determinó que las emisiones de gases de efecto invernadero de las piñas Del Monte Zero han sido compensadas por la reabsorción de los bosques que tiene y preserva la empresa en el territorio nacional, lo que hace que la huella de carbono de este producto sea cero”, explicó Michael Calderón, portavoz de Fresh Del Monte.
En 2021, la empresa implementó un programa de cajas de plástico retornables (RPC, por sus siglas en inglés) para sustituir las cajas corrugadas de un solo uso en sus envíos de piñas a América del Norte. Tan solo ese año, 479.247 RPC se utilizaron en exportaciones desde Costa Rica.
El objetivo a largo plazo de Fresh Del Monte es duplicar la cantidad de RPC utilizadas por la empresa para 2027. Esta meta no es exclusiva para Costa Rica, pues también busca integrar otras operaciones a nivel mundial, afirmó la compañía.
Certifica a toda la cadena
Calderón agregó que la validación fue gracias a la implementación de un programa de larga data que involucra parcelas de monitoreo, cuidadosamente seleccionadas, las cuales incorporan áreas de bosque en conservación para captar CO2.
A lo anterior se suma un continuo seguimiento y cuantificación de emisiones de gases con efecto invernadero en cada una de las operaciones productivas relacionadas, como el empaque, el transporte y la comercialización, lo que permite fundamentar la relación de emisiones y remociones relacionadas al carbono neutral.
El desarrollo de esta solución basada en la naturaleza, también conocida como inserción, es parte de un compromiso que la compañía ha adoptado para combatir el cambio climático. Asimismo, las inversiones en la mejora de su flota de transporte también le permitieron alcanzar ese aval.
“Siempre estamos analizando nuestra cadena de valor para identificar áreas para reducir el desperdicio de empaques, mejorar la circularidad y desarrollar asociaciones beneficiosas. En 2021, nos unimos a la Coalición de Empaque Sostenible para posicionarnos, aprender y compartir las mejores prácticas dentro de nuestra industria, de la mano con proveedores que comparten el objetivo común de mejorar las prácticas de empaque”, resaltó Calderón.
Proyecciones conservadoras
Con una temporada marcada por la crisis logística, la pandemia y el alza en los fertilizantes para países productores de piña como Costa Rica, las proyecciones de la industria se mantienen conservadoras, refiere un artículo publicado en el sitio PortalFruticola.com
Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP) prevé un promedio de envíos de 190 millones de cajas para todo el sector durante el 2022, cifra que se mantiene con respecto al 2021.
De ese porcentaje, el 50% de la industria nacional se destina a EE. UU., entre un 40 a 43% se envía hacia Europa y el resto de las exportaciones se destinan a Chile y Asia.
Respecto a los desafíos de la industria, Chaves cree que hay un deseo de los países de consumir la piña de Costa Rica porque el consumo se ha ampliado.
“La calidad se ha mantenido y creo que le dará más solidez, el análisis del ciclo de vida de la piña que tendrá un impacto en el mercado. Los consumidores pueden consumir piñas seguras y queremos seguir manteniendo ese liderazgo a nivel mundial”, concluyó.
