El próximo gran riesgo para el litio: no concretar planes de suministro

Los alcistas incondicionales del metal para baterías advierten por más dolor si los productores no logran cumplir con las expectativas este año

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Bloomberg — Los fabricantes de vehículos eléctricos están esperando que una inminente ola de nuevos suministros de litio apuntale sus planes de expansión tras dos años de tensiones.

No obstante, los alcistas incondicionales del metal para baterías advierten por más dolor si los productores no logran cumplir con las expectativas.

La enorme demanda de litio ha tomado a muchos pronosticadores por sorpresa, a medida que las crecientes ventas de vehículos eléctricos llevaron a que el consumo se duplique en los últimos dos años.

Ante la incapacidad de los proveedores para mantener el ritmo, el vertiginoso repunte de los precios disparó el valor total al contado del consumo de litio hasta unos US$35.000 millones en 2022, frente a los US$3.000 millones de 2020, según cálculos de Bloomberg.

Algunos observadores bajistas del litio dicen que el rápido crecimiento de la oferta, más que la vertiginosa demanda, será el factor decisivo en 2023. Cinco previsiones de analistas revisadas por Bloomberg apuntan a un mercado mundial mucho más equilibrado tras una clara escasez en 2022, mientras que BYD Co, el mayor vendedor de vehículos eléctricos de China, cuenta con un excedente de litio.

Pero son muchos los escépticos que advierten de nuevas tensiones si las mineras, desde Chile a China y Australia, se topan con obstáculos a la hora de poner en marcha nuevos y enormes volúmenes de oferta. Las previsiones revisadas sitúan el aumento de la producción entre el 22% y el 42% en 2023: un ritmo vertiginoso para cualquier industria extractiva compleja.

“Realmente no creo que haya ninguna razón para creer que tantas toneladas puedan aparecer mágicamente este año para devolver el equilibrio al mercado”, dijo por teléfono desde Ginebra Claire Blanchelande, comerciante de litio en Trafigura Group. “El dolor aún no ha terminado”.

Está en juego el ritmo al que el parque automovilístico mundial adopte la energía de las baterías. Los costos de las baterías de iones de litio aumentaron el año pasado por primera vez en la era de los vehículos eléctricos, según BloombergNEF. Elon Musk lamentó el repunte “demencial” del litio y dijo que los altos costos de las materias primas eran uno de los mayores vientos en contra de Tesla Inc (TSLA).

No coinciden

Existe un amplio consenso en que la oferta de litio se encamina hacia un importante aumento en 2023, a medida que se ponga en marcha una oleada de expansiones o nuevos proyectos. Las voces más pesimistas afirman que esa oleada de oferta llegará al mercado justo cuando la retirada por parte de China de las generosas subvenciones a los vehículos eléctricos provoque un enfriamiento de la demanda, creando un desajuste que podría desencadenar una caída más brusca de los precios.

Según la media de cinco previsiones analizadas por Bloomberg, es probable que los precios medios de este año caigan un 8% respecto a los niveles medios de 2022.

La cuestión controvertida es si los productores menos establecidos serán capaces de cumplir plenamente, desafiando toda una serie de retos normativos, técnicos y comerciales. El extraordinario ritmo de expansión del litio -tanto de la demanda como de la oferta- ha convertido la previsión del mercado en un asunto polémico.

“En 2023, el litio se convertirá en lo que yo llamo un juego de volumen”, afirma Chris Berry, presidente de House Mountain Partners, consultora del sector de materiales para baterías. “Necesitamos ver una respuesta de la oferta tanto de los productores existentes como de los productores a corto plazo, que tendrán que ejecutar a la perfección ante la demanda sostenida de litio”.

Un mercado más suave

Los precios del litio ya han bajado cerca de un 20% desde el récord de noviembre, en una primera señal de respiro para los compradores. El carbonato de litio en China cayó a 480.500 yuanes la tonelada (US$71.500) el 13 de enero, el precio más bajo desde agosto.

“Creo que va a ver una breve caída en los precios al contado en 2023, pero no lo veo como un problema”, Joe Lowry, fundador de la firma de asesoría Global Lithium. “Si hoy estuviéramos hablando de hace cinco años, el mayor problema que tenía la industria del litio era la falta de inversión. Ahora los problemas más significativos son los permisos y la ejecución de los proyectos”.

Un motivo de optimismo sobre la oferta es que los mayores aumentos procederán de productores veteranos de primera línea como Albemarle Corp. y la chilena SQM, a los que se considera con más posibilidades de éxito. Pero sólo representan alrededor de un tercio de los aumentos previstos para 2023, según datos de BMO Capital Markets.

El siguiente escalón es un pequeño ejército de incipientes productores de litio que tendrán que demostrar que pueden ponerse en marcha. Y más allá, hay nuevas fuentes no convencionales como la lepidolita, un mineral que contiene litio y que está surgiendo en China como una opción seria. JPMorgan Chase & Co. (JPM) la considera “una de las mayores amenazas” para los precios.

Pero también es un tema controvertido, ya que algunos especialistas dicen que es costoso y perjudicial para el medio ambiente convertirlo en grandes volúmenes para su uso en baterías.

“Veremos más lepidolita ponerse en línea en China en 2023″, dijo Cameron Perks, analista de Benchmark Mineral Intelligence. “Pero no veremos tanta como predicen otros. Démosle cinco o diez años, y se convertirá cada vez más en una parte importante del mercado.”

Todo esto significa que el camino hacia el alivio de la oferta y los costos para los fabricantes de automóviles es complicado, incluso antes de considerar el lado de la demanda.

Sin colapso

Por el momento, la retirada de los créditos para vehículos eléctricos por parte de China, así como la incertidumbre sobre la pandemia y la economía mundial, lastran las perspectivas. Pero una reapertura de la economía china más rápida de lo previsto y la salida del resto del mundo de una profunda recesión podrían deparar una sorpresa alcista.

“El consenso del mercado y el consenso con el que yo estoy de acuerdo es que en 2023 es probable que los precios se estabilicen, quizás con algún potencial a la baja, pero de ninguna manera veo ningún tipo de colapso de los precios”, dijo Berry de House Mountain Partners.

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