Quito — El año pasado incrementó en el Ecuador la modalidad de pagar en supermercados con tarjeta de crédito y, en especial, utilizando mecanismos diferidos. Así lo demostró un informe de la consultora Oikonomics.
“Posiblemente, las personas han perdido poder adquisitivo en 2022 con respecto al año anterior, así, compran menos y lo que compran prefieren diferirlo”, concluyen los autores del estudio.
“En 2022 se puede observar una mayor preferencia hacia el pago con tarjetas de crédito en supermercados, de hecho, el monto total facturado en octubre 2022 supera en US$ 8 millones al valor del año anterior, lo que implica un crecimiento del 11%”, sostiene el documento elaborado por la consultora.
Según Oikonomics, este cambio en el comportamiento de las personas también se refleja en la composición del tipo de crédito al que prefieren acceder pues, en octubre de 2021, el pago corriente representaba el 55% del monto total facturado en supermercados, superando en 10 puntos porcentuales al pago diferido, mientras que, en octubre de 2022 aumentó la participación del pago diferido, el cual es del 50,6%, es decir, 1,2 puntos porcentuales m´sd que el pago de tipo corriente.
Evolución del crédito diferido y corriente
En cuanto a la evolución de crédito diferido y corriente, se evidencia en 2022 que es menor la brecha entre los dos tipos de crédito. Sin embargo, el crédito diferido crece a un ritmo mayor que el crédito corriente, prueba de ello es que entre enero y octubre de 2022 el crédito diferido creció en 2% respecto a los mismos meses de 2021, en tanto que, el crédito corriente cayó en 9% en este mismo periodo de tiempo.
Ventas totales en supermercados
“Entre enero y octubre de 2022 se registraron ventas por un monto de $4,094 millones, lo que significa una reducción del 5% en relación con las ventas totales de los mismos meses de 2021″, menciona la consultora.
“La caída en 2022 del nivel de ventas en supermercados puede explicarse por el incremento del nivel de precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas durante este mismo año, al ser los principales productos que se ofertan en este tipo de establecimientos”, destacó el informe de Oikonomics.
Es así que en 2021 el Índice de Precios al Consumidor de alimentos y bebidas no alcohólicas mantuvo un crecimiento mensual promedio del -1%, mientras que, entre enero y noviembre de 2022, esta misma tasa mantuvo un promedio del 5%.
Ante tal incremento del precio de los alimentos, posiblemente los compradores se vean incentivados a restringir su consumo o a modificar su comportamiento al momento de realizar el pago de sus compras.