Bloomberg Línea — La llamada “cuesta de enero” hace referencia a la dificultad de gestionar la economía en el primer mes del año y la comparan con una pendiente que no todos logran superar con éxito.
Generalmente, se produce por gastos excesivos a fin de año, pero ahora hay que sumarle otros factores por el contexto económico que atraviesan los países, marcado por una elevada inflación e intereses altos, sumados a precios de los carburantes y energía cada vez más caros.
Ante ese escenario no hay que olvidar lo que expuso el Banco Mundial al plantear que en una coyuntura en la que los bancos centrales de todo el mundo incrementan de manera simultánea las tasas de interés para responder a la inflación, el mundo podría estar avanzando poco a poco hacia una recesión mundial en 2023 y una serie de crisis financiera en los mercados emergentes.
Sin embargo, esa “cuesta de enero” no tiene por qué ser motivo de pesimismo, sino de reorganización y análisis que pueden ayudar a las familias a superar uno de los meses más difíciles del año.
¿Mito o realidad?
Algunas de estas teorías como la llamada “cuesta de enero” van quedando obsoletas e incluso se toman ya como un mito, especialmente para quienes invierten. “Se convierte en una pesadilla para quienes gastan sin control”, planteó Josue Arrecis, asesor Financiero de The Money Company International a Bloomerg Línea.
El especialista hace una analogía entre el manejo de las finanzas y dirigir una empresa. Por ejemplo, los que invierten obtienen grandes resultados, presupuestan, prevén, proyectan y ejecutan.
Por otro lado, los que gastan nunca tienen y acumulan deuda, “viven atrapados en la pesadilla del desorden financiero”, resaltó Arrecis.
En esa línea, Wensen Mateo, especialista y asesor en finanzas personales en Honduras, dijo a Bloomberg Línea que al analizar la “cuesta de enero”, desde el lado de mercado, aún es una teoría existente. Sin embargo, el comportamiento de este fenómeno económico ha variado en las últimas décadas por la inflación.
Los hogares perciben un aumento generalizado de los bienes y servicios pero sus salarios no suben, por lo que el impacto es a sus bolsillos, pues la moneda pierde su valor adquisitivo debido a los precios altos y, por lo tanto, compran menos con el mismo dinero.
Mateo consideró que es un comportamiento natural del mercado, porque algunos gobiernos han implementado medidas para frenar la inflación, pero repercute en los créditos.
Otro factor que refirió el profesional es cuando un país no produce lo suficiente, debe importar y los proveedores cuando traen los productos suben los precios y la moneda se desliza ante la moneda de mayor valor como el dólar.
Audy Castillo, mentora de finanzas y mentalidad de abundancia desde República Dominicana, respondió a Bloomberg Línea que la “cuesta de enero” es un mito, ya que las personas en diciembre sienten una falsa prosperidad y simplemente en enero vuelven a la realidad. “Por supuesto, ese comportamiento de diciembre le hace creer una realidad falsa y en enero es posible que su situación pueda empeorar por deudas”, expresó.
Castillo, enumeró los factores principales de esa “falsa realidad”:
- Falta de educación financiera
- No trabajar en la salud mental provoca impulsividad, estrés, ansiedad y estancamiento, porque toman decisiones por emoción sin evaluar las consecuencias y aprovechando ese “dinero extra”.
- Si hay vicios, estos se desbordan, provocando gastos adicionales sin control.
¿Se puede superar la “cuesta de enero”?
Mateo recordó que las personas trabajadoras en planilla recibieron un 13 salario y esos recursos fueron dedicados, en su mayoría, al consumo, a las celebraciones y se olvidaron de que enero es un mes difícil, el cual coincide con gastos escolares, especialmente en la región.
Las claves para superarlo es que cuando se recibe dinero adicional, se pague en cuotas “bomba”, esto se refiere a pagar por adelantado o en varias mensualidades adelantadas con el objetivo de reducir intereses para que durante los primeros dos meses del año puedan respirar tranquilos.
Castillo agregó como tip llevar una planificación mensual de los gastos fijos, hacer cambios de ser necesario en “gastos hormigas”, para reducirlos, y hacer el esfuerzo por crear un fondo de manera anual para esos meses de gran impacto.
Ser más creativos al ahorrar
Arrecis recomendó aplicar la creatividad, por ejemplo, se pueden crear fondos pequeños para los gastos escolares, regalos de cumpleaños y Navidad, también para vacaciones.
“La cantidad total que necesitamos para cubrir estos fondos lo dividimos dentro de doce y empezamos a ahorrar esa cantidad cada mes; es como si nos empezáramos a pagar la visa en cuotas a nosotros mismos”, sugirió el especialista.
Castillo enfatizó en ese tema del ahorro y recomienda destinar al menos el 10% del salario o bien un monto fijo para ese fin. Por ejemplo, una persona decide iniciar dos ahorros:
- Para el primero va a destinar el 5% al ahorro de emergencia.
- En el segundo ahorro, también un 5% va a destinarlo a la educación anual.
En 12 meses ese “pequeño ahorro” hará la diferencia.