Nueva York — Algunos de los problemas crónicos de derechos humanos que enfrentan los países de Latinoamérica y El Caribe se están volviendo crónicos, como la pobreza, la desigualdad, la corrupción, la inseguridad y la degradación ambiental. Así lo resaltó Human Rights Watch en su Informe Mundial 2023.
El reporte fue presentado por la directora en funciones para las Américas de HRW, Tamara Taraciuk, y en su edición 33 examina la situación de los derechos humanos en casi 100 países.
La organización enfatizó en que esas falencias han sido utilizadas como campaña por algunos políticos, para luego implementar políticas que restringen o violan derechos humanos y han impulsado a millones de personas en las Américas a abandonar sus hogares en busca de seguridad y oportunidades en el extranjero.
Preocupación por la democracia
Durante 2022, resultaron electos o tomaron posesión del cargo nuevos presidentes en Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y Honduras. Algunas elecciones se llevaron a cabo en un contexto de violencia política y ataques a la independencia de las instituciones electorales, y hubo numerosos candidatos que propusieron debilitar los derechos humanos y las garantías democráticas.
Está previsto que otros nueve países en la región, entre ellos Argentina, El Salvador, Guatemala, México y Venezuela, celebren elecciones presidenciales en 2023 o en 2024.
“Los líderes de la región deberían demostrar que la democracia puede responder a las necesidades de la población, promoviendo los derechos a la salud, la educación y la seguridad y fortaleciendo el Estado de derecho”, expresó Taraciuk.
Tirana Hassan, directora ejecutiva en funciones de HRW, agregó que es responsabilidad de cada país, grande o pequeño, aplicar un marco de derechos humanos a sus políticas, y luego trabajar conjuntamente para protegerlos y promoverlos.
Violaciones generalizadas
HRW evaluó que los altos niveles de violencia en la región siguen siendo una preocupación. América Latina y el Caribe es la región con la tasa anual de homicidios más alta del mundo, con 21 por cada 100.000 habitantes.
Por ejemplo, en el caso de El Salvador, las medidas de mano dura impuestas por el gobierno del presidente Nayib Bukele en materia de seguridad y el acelerado desmantelamiento de las instituciones democráticas “han propiciado violaciones generalizadas de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad”, dice el reporte.
México, no es la excepción y durante la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, los delitos violentos han llegado a máximos históricos. “López Obrador ha profundizado las estrategias fallidas de militarización, redujo el apoyo a fiscales de la justicia penal ordinaria”, apunta el informe.
En Haití, en un contexto de crisis política y humanitaria, las pandillas son responsables de una ola de asesinatos, secuestros y violencia de género. El sistema de justicia de Haití está prácticamente colapsado.
La sobrepoblación en las cárceles de Ecuador y su falta de control estatal han permitido reclutar nuevos miembros de pandillas que han desatado una ola de violencia y muerte en el último año.
Alerta ante nuevas elecciones
Para Human Rights Watch, es crucial fortalecer los pilares de la democracia de cara a las próximas elecciones en la región que, en algunos casos, ocurrirán en países que han sufrido claros deterioros de las instituciones democráticas.
En Perú, el entonces presidente Pedro Castillo anunció la disolución temporal del Congreso y la “reorganización” del poder judicial el 7 de diciembre pasado, horas antes de una sesión del Congreso en la cual se votaría su posible destitución en base a graves acusaciones de corrupción en su contra.
Las instituciones democráticas rechazaron rápidamente lo que en la práctica constituyó un intento de autogolpe de Castillo y el Congreso aprobó su destitución.
Guatemala está próxima a lanzar la convocatoria a Elecciones Generales 2023; y el presidente Alejandro Giammattei y el Ministerio Público han obstaculizado los procesos judiciales por hechos de corrupción y otros delitos graves, y han impulsado procesos penales espurios en contra de jueces, fiscales y periodistas independientes.
En el caso de Argentina, “la retórica hostil hacia los jueces por parte de autoridades, las demoras en la designación de jueces y otras autoridades de alto nivel y la corrupción, también presente en el poder judicial, han socavado de forma progresiva el Estado de derecho”.
Bolivia no ha tenido cambios, dado que “en cada gobierno se ha servido de un sistema de justicia vulnerable a la injerencia externa para impulsar procesos penales con motivaciones políticas contra opositores”.
Retos para los nuevos gobiernos
HRW pone en relieve los siguientes retos para los gobiernos:
Brasil: el presidente Luiz Inácio Lula da Silva lidera un país que enfrenta inseguridad alimentaria, pérdidas sustanciales en educación vinculadas con la pandemia y polarización política. Deberá revertir los retrocesos en derechos humanos provocados por el expresidente Jair Bolsonaro y restablecer la confianza en el sistema democrático.
Colombia: el presidente Gustavo Petro asumió en agosto, en un clima de violencia creciente causada por grupos armados. También preocupan el historial de abusos policiales y los altos índices de pobreza, sobre todo en comunidades indígenas y afrodescendientes.
Honduras: el gobierno de la presidenta Xiomara Castro suspendió algunos derechos fundamentales en ciertas áreas del país con el presunto objetivo de combatir la criminalidad, creando las condiciones para posibles abusos.
Sin embargo, para HRW el gobierno dio un paso importante para fortalecer el Estado de derecho al firmar un memorándum de entendimiento con la ONU para la creación de una comisión internacional contra la corrupción.
Chile: el presidente Gabriel Boric debería avanzar con la reforma policial, la protección de migrantes y refugiados y mejorar el acceso al aborto. Como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Chile debería promover su política exterior basada en principios y liderar una respuesta regional a los abusos que se cometen a nivel mundial, concluyó el informe de HRW.