Tegucigalpa — En un solo debate, diputados del Congreso Nacional aprobaron la madrugada de este jueves el presupuesto general de la República 2023 por 392.519 millones de lempiras (HNL), equivalente a US$ 16.850,56 millones, monto mayor en 8,9% al presupuesto reformulado de 2022.
El proyecto de presupuesto contó con los votos de las bancadas de Libertad y Refundación (Libre), el Partido Liberal, la Democracia Cristiana y Partido Anticorrupción (PAC), estos últimos dos con un diputado respectivamente. Los partidos Nacional, con 43 diputados, y Salvador de Honduras (PSH) votaron en contra.
El presupuesto general 2023 sufrió nulas modificaciones respecto al que envió el Poder Ejecutivo en septiembre de 2022, a pesar que desde entonces surgieron diferentes socializaciones en jornadas de audiencias públicas y su aprobación tuvo un atraso.
Para este año, la administración centralizada tendrá un presupuesto de 234.540 millones de lempiras (US$ 10.068,64 millones) y la administración descentralizada de 157.978 millones de lempiras (US$ 6.781,88 millones).
El 80% del presupuesto de la administración central será financiado con fondos del tesoro nacional, procedentes principalmente de los ingresos tributarios por un monto de L 144.236,7 millones (US$ 5.851,4 millones).
Para la Secretaría de Educación se ha presupuestado 38.109 millones de lempiras (US$ 1.546,0 millones), es decir, un aumento de L 2.500 millones con relación a 2022, y la Secretaría de Salud de 26.638 millones de lempiras (US$ 1.080,6 millones), lo cual representa un aumento de L 1.900 millones en comparación al 2022.
Proyectos previstos en 2023
Según la Secretaría de Finanzas, el presupuesto general 2023 tendrá un enfoque en la adquisición de medicamentos, infraestructura, construcción de hospitales, construcción y rehabilitación de escuelas y aumento salarial a los maestros, apoyo a la agricultura, recursos para proteger el medioambiente y el impulso a la equidad de género.
Los recursos para la inversión pública recomendada para 2023 ascienden a L 71.847,0 millones (US$ 2.914,7 millones), que significa un 8,7% del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para este año.
Dentro del Plan de Inversión Pública destaca lo asignado al sector de energía, con L5.823,8 millones (US$ 237.91 millones) para la ampliación y fortalecimiento de la generación de energía renovable (centrales hidroeléctricas y fotovoltaica) y para mejoras en la infraestructura de la Red de Transmisión Nacional.
Al sector de carreteras para la rehabilitación, construcción y ampliación de tramos se destinarán L 3.871,7 millones; al sector salud L 2.210,1 millones donde resalta la construcción de los hospitales de Ocotepeque, Salamá, Santa Bárbara, Roatán, hospitales de trauma en San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Además, recursos para el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) por L 1.493,7 millones para reconstrucción de centros educativos, sistemas de agua potable, saneamiento y otros.
En inversión social sobresale lo destinado para: subsidio de energía, combustible (regular y diésel) y gas licuado del petróleo (GLP) por L 10.774,3 millones, subsidio para los consumidores menores de 150 kW/h por L 3.672,0 millones y al Programa Reducción de Pérdidas de Energía Eléctrica se destinará L5.488,5 millones.
También, L 2.000,0 millones para préstamos agrícolas; L 2.770,0 millones para vacunas y adquisición de medicamentos y proyectos a ejecutar dentro del Programa Red Solidaria por un monto de L 3.833,2 millones.
Reacciones de sociedad civil
En conferencia de prensa, la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) dijo este jueves que el aumento del presupuesto “es inconsistente con la realidad nacional y es mucho mayor que el de otros países de la región”.
El presupuesto de 2023 representa el 47% del PIB de Honduras, mientras que en los otros países menos del 27%.
Esta relación resulta preocupante, porque la inversión pública solo contribuye al 20% del crecimiento económico del país, según expusieron en la conferencia de prensa, porque “difícilmente los hondureños saldrán de la pobreza con un Estado que acapara gran cantidad de recursos y que es ineficiente en administrarlos”.
La estimación del crecimiento económico para 2023 hecha por el Banco Central de Honduras (BCH) es más elevada (3,5 a 4,5%) que la que proyectan organismos como el Banco Mundial (3,5%) y el Fondo Monetario Internacional (3,5%). Esto lleva a una estimación más optimista de ingresos tributarios y del gasto, dijo la ASJ.
“El presupuesto debería ser un instrumento para avanzar en la reducción de la pobreza y en mejorar la calidad de vida, pero hemos visto lo contrario y aún así se siguen capturando estas grandes cantidades, sin garantizar que este mecanismo de verdad funcione para reducir los niveles de pobreza”, dijo Edgar Aguilar, director sénior de la ASJ.
Por otra parte, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) no solo tiene la asignación presupuestaria más grande, sino que también es la mayor receptora de transferencias desde la administración central, con un presupuesto asignado para transferencias y subsidios de energía eléctrica de L 20.293,2 millones.