Puerto Príncipe — En la última década, Haití ha sufrido una serie de eventos desafortunados desde huracanes, dos terremotos, una epidemia de cólera y la presencia de tropas internacionales intentando reformar al Estado.
Uno de esos eventos dejó destruida la zona metropolitana de Puerto Príncipe en Haití el 12 de enero de 2010, luego de que un terremoto provocara la muerte de más de 300.000 personas y dejó al menos 1,3 millones de personas sin una vivienda.
El primer ministro, Ariel Henry, encabezó los actos que se llevaron a cabo este jueves para conmemorar el décimo tercer aniversario del terremoto con una ofrenda floral colocada en el monumento erigido en Saint-Christophe, al norte de la capital, en recuerdo de las víctimas.
Luego, celebraron una ceremonia ecuménica realizada en los jardines del Palacio Nacional, edificio que fue destruido por el terremoto, el cual no ha sido reconstruido.
“Trece años después, el país sigue llorando a sus muertos y las heridas siguen abiertas. Que Dios siga velando por Haití”, expresó el jefe de Gobierno durante los actos.
Según las normas establecidas en un decreto de 2015, la bandera nacional ondea a media asta en toda la República, y solicitaron tanto a comercios como a medios de comunicación adaptar su programación habitual como muestra de respeto y solidaridad para las familias que sobrevivieron.
Desplazamiento y crisis política
El movimiento telúrico de magnitud 7 en la escala de Richter sacudió la isla el 12 de enero del 2010 y al menos 1,5 millones de personas se desplazaron o migraron a otros países.
Actualmente, Haití vive una grave crisis política, económica y social, tras los acontecimientos trágicos ocurridos en 2021, entre ellos, el asesinato del presidente Jovenel Moise.
La población ya afectada por el fenómeno natural volvió a revivirlo en agosto del 2021 cuando se produjo otro fuerte terremoto, de magnitud similar al de 2010, pero que fue menos mortífero porque afectó a una zona menos poblada.
Más de 2.000 personas murieron y dejó 690.000 damnificados aproximadamente, quienes continúan en espera de una vivienda y siguen en tiendas de campaña para subsistir en condiciones precarias.
Sin avances en reconstrucción
Los pocos fondos que obtuvo el Estado haitiano no fueron coordinados, por lo tanto, la reconstrucción no ha sido posible dado que no existe una estrategia y tampoco prioridades definidas, como lo expresaron expertos internacionales preocupados por la situación de la población.
Además, la “voluntad política” es inexistente en estos momentos por la crisis que vive el país y el repunte de la violencia.
Los únicos edificios públicos que se han reconstruido están ubicados en la ciudad administrativa, como el Ministerio de Comercio o el de Interior, el Tribunal de Casación y el Tribunal Superior de Cuentas.
De unos 40 inmuebles estatales se ha reedificado menos de una docena, básicamente por falta de fondos, según la Unidad de Construcción de Viviendas y Edificios Públicos (UCLBP, por sus siglas en francés), entidad encargada del proyecto.
Las autoridades han podido construir estos edificios gracias a los fondos concedidos con la eliminación de la deuda tras el terremoto y al dinero de los fondos Petrocaribe.