Bogotá — Una demanda de importaciones más débil y una eventual recesión mundial marcarán el panorama de los exportadores en este 2023, por lo que Colombia se ve retada a diversificar la canasta de bienes y servicios que ofrece al exterior a medida que mercados como el de Venezuela se abren como una ventana de oportunidad.
Con la llegada del 2023 se espera que la demanda de las importaciones se desacelere, en tanto que el crecimiento en las economías desarrolladas será más débil este año, explicó a Bloomberg Línea la Asociación Nacional de Comercio Exterior colombiana (Analdex).
Cita el caso puntual de China, que recién reabrió sus fronteras tras el fin de su política de Covid cero y luego de enfrentar problemas de producción relacionados con sus estrictas medidas para luchar contra los nuevos brotes del coronavirus, lo que a su vez generó una débil demanda externa.
Con esto, indica el gremio, las exportaciones colombianas hacia ese mercado se contrajeron cerca de un 50% entre enero y octubre del año pasado frente al mismo período del 2021.
El 2023 será un año de importantes desafíos en materia económica y de comercio exterior, pues se empiezan a normalizar los crecimientos de los países luego de esos repuntes tan importantes después de los efectos más agudos de la crisis sanitaria.
Analdex
Atado a lo anterior, considera que las múltiples perturbaciones por una política monetaria contractiva generalizada a nivel global y la guerra entre Rusia y Ucrania seguirán afectando la demanda mundial generando un impacto negativo en las transacciones comerciales.
De otra parte, desde Analdex indicaron que se prevé que el crecimiento de la economía estadounidense, principal socio comercial de Colombia, registre un desempeño “un poco más sólido que Europa”.
“No obstante, los vientos de recesión y el endurecimiento de la política fiscal y monetaria afectarán a los sectores sensibles a los tipos de interés, como el inmobiliario, automotriz y las inversiones fijas”, apuntó.
Del lado de Colombia indicaron que “es previsible una desaceleración de la economía entre 0,5% y 2,0% con múltiples perturbaciones sobre la estructura comercial, dada la esperada normalización de los precios internacionales de las materias primas”.
Entre enero y octubre de 2022, las exportaciones colombianas alcanzaron los US$48.042 millones, gracias principalmente al alza de los precios de las materias primas.
Este nivel está un 16,5% por encima de las ventas externas consolidadas para el 2021 de US$41.224 millones.
Analdex resalta que el sector no minero-energético tomó un papel protagónico, pues sus exportaciones crecieron cerca de 23,6% y para el mismo período alcanzó cerca de US$18.300 millones, participando en más del 38% del total vendido al exterior.
Con la mira puesta en 2023
Ante los retos que trae el nuevo año, desde el gremio de los exportadores ven clave que el país pueda impulsar la producción de bienes del sector no minero-energético y servicios más diversificados.
Con esto el país podría apuntar a nuevos mercados en el exterior “ayudando al crecimiento y a estabilizar la cadena de suministros y de los precios a largo plazo”.
Desde Analdex, por ejemplo, destacaron que están impulsando proyectos que le apuesten al posicionamiento del sector agropecuario e industrial en el mercado externo con productos como la uchuva, las hierbas aromáticas o el aguacate.
Para esto se han venido realizando comités sectoriales con el objetivo de centralizar todas las necesidades de los exportadores en materia logística, de admisibilidad y de condiciones de acceso en referencia al tema arancelario y no arancelario, normatividad, registro de insumos y la coordinación de los trámites ante el ICA y las demás autoridades competentes.
En materia fiscal, Analdex señala que “el país se encuentra en una fase en la que se tienen grandes expectativas por el inicio de la ejecución de la reforma tributaria y el plan de desarrollo del gobierno actual”.
“El contexto en el que se desarrollará está lleno de retos, pero también de muchas oportunidades para el comercio exterior colombiano. Un manejo responsable del ámbito macroeconómico permitirá que Colombia incremente sus ventas de tal forma que las exportaciones no minero-energéticas se conviertan en un actor clave del desarrollo fundamental de la economía del país”, resaltó.
Venezuela y una eventual ventana de oportunidad
En medio de los desafíos que se trazan en este 2023, Colombia apunta a Venezuela como uno de los mercados regionales para profundizar en las relaciones comerciales y generar mayor integración con los mercados fronterizos.
Según cifras compartidas por Analdex, entre enero y octubre de 2022 las exportaciones colombianas con destino a Venezuela totalizaron US$513 millones, un 102,5% más frente al mismo período del año pasado.
Analdex destaca que este es un mercado clave para el sector no minero-energético, pues US$491,4 millones del total de las ventas a ese destino corresponden a estos tipos de bienes.
Entre los sectores productivos que más exportaron a ese país en lo corrido del año resaltan el de plástico, confitería, manufacturas de hierro o acero, aceites y grasas, fertilizantes y productos de aseo.
Con las renovadas relaciones comerciales, también se esperan beneficios en sectores que en el pasado fueron importantes como los textiles, confección, calzado y manufactura de cuero.
De hecho, para la agremiación “el 2023 será el año que potencie de nuevo el comercio bilateral entre Colombia y Venezuela con expectativas por encima de los US$1.000 millones”.
No obstante, advierte que quedan por resolver múltiples desafíos como el control de los pasos informales de mercancías y alcanzar una definición clara de los mecanismos de pago.
“Si no se resuelven aspectos referentes a pagos y pasos de frontera, el comercio no se reactivará de gran manera”, alertó.
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