Santo Domingo — La economía del país caribeño refleja estabilidad macroeconómica y resiliencia ante los choques externos, factores que prevalecerán durante el presente año, afirmaron funcionarios del gobierno dominicano.
El último informe del Banco Mundial (BM) aborda las proyecciones económicas para América Latina en 2023 que detallan que la región creció un 3,6% durante el 2022, influida principalmente por el consumo y la recuperación de los mercados laborales en la pospandemia del Covid-19.
La entidad internacional proyecta que para el 2023 habrá desaceleración en la región, con un crecimiento de 1,3%, y una recuperación en 2024 de 2,4%.
Mencionada contracción estaría vinculada, aseguró el BM, al control de la inflación y a un “panorama mundial poco auspicioso”, debido al “crecimiento algo lento de Estados Unidos y China”.
Pero para algunas economías los pronósticos son alentadores, como el caso de República Dominicana (4,8%), Panamá (4,5%) y Paraguay (4,5%).
Un buen pronóstico
Recientemente, el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo de República Dominicana, Pável Isa Contreras, indicó que las últimas proyecciones económicas arrojan que el país experimentará un crecimiento de 5,3% del Producto Interno Bruto (PIB) para el cierre de 2022.
Para el año 2023, la previsión de crecimiento se ubica en 4,5%, similar a lo proyectado por el BM.
“Sigue siendo un crecimiento destacado en el contexto internacional, y eso va a permitir que la economía genere empleos y que el desempleo se sostenga o disminuya un poco para el año que viene”, afirmó el funcionario.
Las fuerzas de la recuperación, explicó Isa Contreras, vinieron por el lado de la oferta, y citó los sectores de construcción, turismo, comercio, industria nacional, transporte. Por el lado de la demanda, señaló la inversión privada (2021) y las exportaciones (2022).
Los sectores de actividad que se destacan son: comercio, otros servicios, manufacturas, y hoteles, bares y restaurantes.
Dinamismo del sector externo
Isa Contreras se refirió al dinamismo del sector externo. En ese sentido, señaló las exportaciones de zonas francas con un crecimiento interanual de 11,1% y con respecto a 2019, un crecimiento de 30,8%.
Además, las exportaciones nacionales con incremento interanual de 7,6%, las exportaciones al Caribe US$ 897,2 millones y un incremento de 24,4 %. También las exportaciones al resto del mundo US$ 2.480,4 millones y un incremento de 2,5%.
Las remesas familiares evidenciaron flujos que superan en US$ 223,7 millones respecto a prepandemia.
En el tema inflacionario se prevé que, en promedio, se ubique en 8,7%.
Confianza en inversiones
Pedro Brache, presidente saliente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), comentó a Diario Libre, que augura las mejores posiciones de desempeño entre los países de la región, gracias a la diversificación del entramado productivo nacional.
Se percibe que el crecimiento económico será cercano al 5%, uno de los más importantes de la región, pero se va tener que trabajar mucho, porque se esperan grandes retos, planteó el empresario.
Además, los ajustes en la tasa de política monetaria por parte del Banco Central son determinantes para evitar la fuga de capitales y mantener la estabilidad económica. “Gracias a Dios, la inflación en República Dominicana está bajo control”, dijo.
El nuevo presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Julio Virgilio Brache, resaltó que dentro de los retos que se esperan de cara al 2023 está constituir más empresas de calidad para mejorar las brechas salariales. Otro foco de atención es el fortalecimiento de la cooperación público-privada.
El empresario aseguró que los actores de las industrias están aún más unidos para enfrentar los retos que depara el 2023 con resiliencia e innovación.
Deuda externa, el mayor desafío
Isa Contreras afirmó que la deuda externa de República Dominicana ha sido manejable durante años, pero que aun así representa un problema para las finanzas del país.
“Necesitamos que el peso de la deuda sea menor y para eso se necesitan más recursos, recaudar más porque es muy bajo lo que recaudamos”, planteó.
El gobierno a través del Ministerio de Hacienda ha difundido recientemente que la deuda del sector público no financiero ha disminuido para el año 2022 en un 1,9% con relación al año 2021.
Sin embargo, analistas económicos refieren que, tanto lo que tiene que ver con el nivel de endeudamiento, la inflación, el empleo y otras variables, debe tomarse como referencia los años 2019 y hacia atrás, pues si no es así, los resultados presentados pueden estar alejados de la realidad.
Aunque desde el Ministerio de Hacienda se destaca que la deuda del año 2022 disminuyó a 59,1%, de 61% en el año 2020, con relación al producto interno bruto (PIB). Pero resulta que la deuda en términos absolutos del sector público no financiero era en el año 2020 de US$ 43.091,1 millones y aumentó a US$ 52.264,4 millones de dólares, un incremento de US$ 9.173,27 millones en esos dos años.