Ciudad de México — Los problemas por la falta de liquidez continúan acumulándose para la minorista mexicana Grupo Famsa, que no ha logrado resolver los conflictos que la ponen en riesgo de no poder continuar con sus operaciones.
La compañía, con sede en Monterrey, Nuevo León, cerró 99 tiendas entre octubre y diciembre de 2022. La cifra triplicó el número de unidades que bajaron cortina definitivamente en el trimestre anterior. Actualmente operan 69 unidades, pero los cierres podrían continuar, dijo Famsa, en un comunicado.
“La compañía no cuenta con el flujo de efectivo necesario para mantener la operación de su red de sucursales, aunado a la falta de líneas de crédito para capital de trabajo y la falta de un brazo financiero que permita el otorgamiento de crédito a sus clientes”, dijo Famsa en el comunicado.
Famsa llegó a contar con 430 sucursales a inicios de 2020, antes que iniciaran sus problemas por la pérdida de la licencia bancaria, resultado de una inapropiada gestión de riesgos e incumplimientos regulatorios.
La minorista, que basó su modelo de negocio en la venta de electrodomésticos y otros bienes de consumo duraderos a crédito, dijo no contar con el dinero suficiente para pagar arrendamientos, licencias de software, así como el hospedaje de infraestructura tecnológica.
Recientemente, Famsa cayó en incumplimiento con los acreedores con los que estableció un convenio tras pasar por un concurso mercantil. Los llamados de capital a los accionistas, principalmente sus acreedores, no han tenido eco.