Buenos Aires — Con la demanda de crédito por el piso, los cuatro bancos argentinos que cotizan en Wall Street (Grupo Financiero Galicia, Banco Macro, BBVA Argentina y Grupo Supervielle) han acudido al sector público en los últimos años para resguardar su rentabilidad. Impulsadas a su vez por las necesidades de financiamiento del Gobierno y de esterilización del Banco Central, las entidades financieras con ADR habían incrementado su exposición a la deuda del Tesoro y del BCRA a un promedio de 41,9% de sus activos totales al cierre del tercer trimestre de 2022.
“La exposición de los bancos argentinos a la deuda del Gobierno y del Banco Central –mayormente denominada en moneda local– ha aumentado recientemente y plantea riesgos sistémicos para el sector financiero”, advirtió ante la consulta de Bloomberg Línea Marcelo De Gruttola, Vice President - Senior Analyst de Moody’s Investors Service y analista principal para el sector bancario argentino.
La historia te dice que difícilmente termine extremadamente mal la película para los bancos, puesto que siempre –y no solo en Argentina– les hicieron bailouts.
Ignacio Sniechowski, head de research de Grupo Invertir en Bolsa
Crece la exposición al sector público de los bancos
Galicia (GGAL), el banco privado más grande de la Argentina, contaba con una exposición al Tesoro y al BCRA del 18% al tercer trimestre del 2019, que pasó al 43,9% de sus activos totales en septiembre del 2022.
La variación al alza fue casi idéntica a la que registró BBVA Argentina (BBAR), que pasó del 18,9% al 40,7% en ese lapso. Y se produjo en un contexto de contracción para el crédito al sector privado en el país. Por lo pronto, Galicia informó en el tercer trimestre que su cartera de crédito total, medida en pesos constantes, se había contraido por un 6% interanual.
Así, frente a los riesgos inéditos que trajo la pandemia y un entorno de tasas reales negativas, los bancos fueron volcándose cada vez más a los activos públicos, y sobre todo a los del BCRA. De hecho, entre el tercer trimestre de 2019 y septiembre de 2022, la posición global de los bancos argentinos en Leliq –letras de liquidez de corto plazo que emite el BCRA– se multiplicó por casi seis veces hasta los $8,1 billones de pesos.
“Estas exposiciones han hecho que el perfil crediticio de los bancos sea cada vez más susceptible a los riesgos de refinanciamiento de la deuda pública y a cambios en las condiciones monetarias,” analizó De Gruttola, que alertó a su vez por una “tendencia creciente en el último año para las tenencias de deuda” del Tesoro.
La calidad de la cartera de créditos de los bancos se ha mantenido en niveles adecuados; los niveles de liquidez tanto en moneda local como extranjera siguen siendo amplios; los niveles de capital han aumentado; y la rentabilidad sigue siendo positiva en términos reales.
Marcelo De Gruttola, Vice President - Senior Analyst de Moody’s Investors Service
La resiliencia de los bancos
A pesar de su alta exposición al sector público, los analistas consultados por Bloomberg Línea resaltaron la solidez de los bancos para hacer frente a eventuales complicaciones.
“Los fundamentos financieros de los bancos en general han mantenido su resiliencia en los últimos años, lo cual mitiga al menos parcialmente los riesgos derivados de la exposición a deuda pública”, afirmó De Gruttola, al sostener que si bien los bancos “no podrían soportar por completo la carga de una crisis severa de deuda del gobierno y del BCRA, la solidez de sus balances les proporcionaría un mitigante significativo que les permitiría soportar la presión en escenarios de estrés moderado”.
En esa línea, consideró que “la calidad de la cartera de créditos de los bancos se ha mantenido en niveles adecuados; los niveles de liquidez tanto en moneda local como extranjera siguen siendo amplios; los niveles de capital han aumentado; y la rentabilidad sigue siendo positiva en términos reales”.
Por su parte, Ignacio Sniechowski, head de research de Grupo Invertir en Bolsa (Grupo IEB), enfatizó que a diferencia de la antesala de la crisis del 2001, los bancos están expuestos principalmente al BCRA, que representa un “riesgo mucho menor que el del Tesoro”.
El Gobierno que venga en 2023 deberá darle un tratamiento especial a esto, porque de lo contrario, no podrá volver a comprar dólares sin que sea extremadamente oneroso
Mauro Mazza, head de research de Bull Market Brokers
“La dinámica a la que crecen los pasivos remunerados (Leliq, Pases, etc.) hace que esa dinámica en algún momento la tengas que resolver, y eso implica jugar con la solvencia del sistema financiero”, pero “la historia te dice que difícilmente termine extremadamente mal la película para los bancos, puesto que siempre –y no solo en Argentina– les hicieron bailouts”.
Y agregó: “Mientras tanto, y ante algún evento tanto del lado del riesgo Tesoro como el del BCRA, que nunca defaulteó, obviamente vas a tener un impacto en las hojas de balances de los bancos”.
Para Mauro Mazza, de Bull Market Brokers, “las Leliq son una amenaza estructural para todo el sistema”. Según el analista, la ultima vez que se vieron niveles de base monetaria y pasivos remunerados como los actuales fue entre 1988-1989, y “terminó en una licuación fenomenal”.
“La realidad es que el Gobierno que venga en 2023 deberá darle un tratamiento especial a esto, porque de lo contrario, no podrá volver a comprar dólares sin que sea extremadamente oneroso”, agregó.
¿Cómo ven la situación en los bancos?
Bloomberg Línea contactó a los cuatro bancos en cuestión, y obtuvo respuesta únicamente del Grupo Supervielle, que respondió desde su área de prensa que la exposición “es mayormente Leliq, y además la demanda de crédito es muy baja, con lo cual es necesario aplicar los depósitos en algún activo, y por eso tanta exposición con letras a corto plazo del Banco Central”.
Otra fuente del sector bancario con conocimiento directo del asunto, que pidió no ser identificada, también apuntó a la baja demanda de crédito privado, a las tasas reguladas, y al alto volumen de depósitos, como los principales drivers de la creciente exposición al sector público de las entidades financieras.
También destacó que el riesgo al BCRA es menor, y por otro lado, que la mayor parte de la exposición al Tesoro de utiliza como cobertura del patrimonio, que ajusta por inflación.
¿Oportunidad de inversión?
Moody’s no es el único que ve con buenos ojos el horizonte para los bancos argentinos. Grupo IEB los destacó en uno de sus últimos informes: “Realizamos una rotación de nuestra cartera de acciones argentinas en la que incorporamos algunas acciones del sector bancario”.
“El análisis detrás de nuestra decisión se basa en: primero la percepción de un mejor clima financiero que se evidencia en una reducción de la dinámica inflacionaria, en licitaciones que devolvieron el financiamiento neto positivo dando aire al Tesoro, en un exitoso canje de deuda, baja en la dinámica de devaluación del tipo de cambio y tasas de interés reales, todo ello beneficiando al sector bancario (el de mayor exposición al sector público)”, resaltó el broker.
En segundo lugar, Grupo IEB subrayó que el anuncio de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) de “no ser candidata en el 2023 se presenta para el ministro [Sergio] Massa una excelente oportunidad para consolidarse como candidato del oficialismo, hecho que el mercado toma como positivo. En este sentido, si continúa con las políticas actuales intentando que no se desboquen los desequilibrios macro el sector financiero será uno de los más favorecidos.
“Cabe mencionar que las acciones del sector bancario se encuentran con un retraso importante frente al índice S&P Merval lo que claramente le da un potencial de upside mayor. La sustentabilidad de este trade relativo queda supeditada al éxito del programa del gobierno y, como mencionamos, de que CFK se mantenga al margen de una posible candidatura”, resaltaron, a la vez que señalaron un downside “limitado”.