Santiago — Chile se encamina nuevamente a redactar una Constitución. La Sala de la Cámara de Diputados ha aprobado este miércoles un proyecto de reforma que habilita un nuevo proceso constituyente, quedando listo para convertirse en ley una vez sea firmado por el presidente Gabriel Boric para su promulgación.
El proyecto, nacido de un acuerdo político sellado en diciembre, no fue modificado en su paso del Senado a la Cámara Baja. A diferencia de la Convención que redactó el texto que fue rechazado ampliamente el 4 de septiembre; en esta oportunidad se establecerá un comité con 24 expertos, elegidos por legisladores, que iniciarían sus funciones el próximo 6 de marzo en la antigua sede del Congreso, en Santiago. Estos contarán con tres meses para elaborar un anteproyecto que será entregado a un Consejo Constitucional.
Esta última instancia estará conformada por 50 personas electas en una votación popular y directa el próximo 7 de mayo de este año. Al igual que en el plebiscito de salida realizado hace cuatro meses, el voto será obligatorio. Su trabajo concluirá cuando entreguen una propuesta de nueva Carta Magna que será sometida a un referéndum, también con voto obligatorio, el próximo 17 de diciembre.
Gobierno dice que es un triunfo
La ministra de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Ana Lya Uriarte, dijo que los chilenos no quieren “la Constitución de Pinochet”, refiriéndose a la vigente que fue redactada durante la dictadura militar y reformulada decenas de veces en democracia. También precisó que “para el Gobierno, esto que ha ocurrido hoy en día en el Parlamento, en la Cámara de Diputados, es considerado un triunfo, un triunfo de la democracia, un triunfo del acuerdo, un triunfo de la conversación política”.
El rechazo de una propuesta de nueva Constitución el año pasado representó una dura derrota política para la administración del presidente Boric. Sin embargo, volver a sacar a flote el proceso constituyente también supuso una nueva prueba de liderazgo para el mandatario.
Boric, de 36 años, fue electo el 19 de diciembre de 2021 como el presidente más joven de Chile y el más votado de la historia del país. Desde su investidura, el 11 de marzo de 2022, hasta ahora su popularidad ha ido en descenso debido, entre otros aspectos, a reveses políticos, entre ellos el rechazo a una nueva Constitución en el plebiscito del 4 de septiembre.
Según una encuesta de Cadem divulgada el domingo, la desaprobación hacia el jefe de Estado escaló a principios de enero hasta un peak de 70%, mientras su aprobación llega a un 27%.
