Macron presenta proyecto para que los franceses se jubilen más tarde

Los sindicatos prometen huelgas y un sondeo muestra que los franceses rechazan el plan del presidente del país

Viajeros suben por una escalera y se desplazan por una escalera mecánica a su llegada al distrito financiero de La Defense, en París.
Por Ania Nussbaum - William Horobin
10 de enero, 2023 | 12:59 PM

Bloomberg — Un plan para elevar gradualmente la edad mínima de jubilación en Francia de 62 a 64 años en 2030 fue presentado este martes por el gobierno de Emmanuel Macron, desafiando a los sindicatos que, en consecuencia, han prometido resistir el cambio con huelgas y protestas.

Conseguir que los franceses trabajen más tiempo es esencial para impulsar tasas de empleo relativamente bajas entre las personas mayores y evitar déficits persistentes en un sistema financiado por las contribuciones de los trabajadores, ha dicho el gobierno. Las organizaciones sindicales afirman que la iniciativa penalizará injustamente a las personas menos cualificadas y con menos recursos, que empezaron a trabajar a una edad temprana.

“Soy consciente de que la modificación de nuestro sistema de pensiones plantea interrogantes y temores”, declaró la Primera Ministra, Elisabeth Borne, en una rueda de prensa en París. “Hoy presentamos un plan de equilibrio para nuestro sistema de jubilación, un plan de equidad, un plan que aporta progreso social”.

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Los sindicatos se reunirán más tarde el martes para decidir cómo responder al anuncio. El Gobierno tiene previsto presentar una versión definitiva del proyecto de ley de pensiones en una reunión del gabinete el 23 de enero antes de que el Parlamento empiece a revisar la legislación a partir de febrero.

 Edad media efectiva de salida del mercado laboral en 2020

El enfrentamiento en torno a lo que los funcionarios franceses han denominado “la madre de todas las reformas” está llamado a ser un momento decisivo en el segundo mandato de cinco años de Macron como líder francés.

Si Macron, de 45 años, sigue adelante, es probable que se enfrente al tipo de agitación paralizante que acompañó (y a veces derrotó) los intentos de sus predecesores de modificar las leyes que afectan al trabajo y la jubilación. Si da marcha atrás, socavaría su campaña de una década para llevar a Francia a una transformación favorable a las empresas.

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Macron ya retiró otra propuesta de reforma de las pensiones en 2020 tras meses de manifestaciones y huelgas. En ese momento, citó la pandemia de Covid-19.

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Macron dice que 2023 será el año de la reforma del sistema de pensiones

La apuesta de 2023 también llega en un momento difícil para la economía francesa, que se enfrenta el alza de los precios de la electricidad y a una inflación récord que pesa sobre los hogares y las empresas.

Las finanzas públicas están bajo presión tras el gasto masivo durante la pandemia y la crisis energética. Sin cambios en el sistema de pensiones, se prevé que éste registre un déficit anual de hasta el 0,8% de la producción económica anual durante los próximos 10 años, según el Consejo Asesor de Pensiones de Francia. Todo ello en un momento en el que el Gobierno también quiere dedicar más fondos a la inversión en la industria y la transición ecológica.

Las pensiones representan casi una cuarta parte del gasto francés

En un esfuerzo por lograr el consenso, Borne abandonó la propuesta que Macron había presentado inicialmente durante su campaña electoral de elevar la edad mínima de jubilación a 65 años. Para cumplir el objetivo de equilibrio financiero, dijo, el Gobierno acelerará la aplicación de una revisión anterior que aumenta gradualmente el número mínimo de años cotizados hasta los 43. La edad a la que los ciudadanos pueden jubilarse con garantía de pensión completa no se modificará respecto a los 67 años.

Esas concesiones responden a algunas de las exigencias del partido conservador Republicains, que ha dicho que podría respaldar el proyecto de ley de pensiones si hay garantías sobre los ingresos mínimos de jubilación y los límites de edad no se aumentan demasiado o demasiado rápido. Con este respaldo, Macron dispondría de una mayoría parlamentaria suficiente para no tener que recurrir al controvertido artículo de la Constitución que permite la aprobación de proyectos de ley sin votación.

Sin embargo, es poco probable que eso apacigüe las protestas, ya que una gran mayoría de franceses se opone al plan y los sindicatos han reiterado su oposición incluso a un pequeño aumento de la edad mínima. Según una encuesta realizada el 4 de enero entre 1.005 personas por la empresa Elabe para BFM TV, el 47% quiere que la edad mínima se mantenga en 62 años y otro 25% opina que incluso debería rebajarse. Algunos miembros de partidos de izquierda ya han manifestado que se unirán a las manifestaciones del 21 de enero.

Aprobación a la baja

Los sindicatos sostienen que hay otras opciones para reequilibrar el sistema, como animar u obligar a las empresas francesas a mantener a los trabajadores de más edad, o frenar los recortes del impuesto de sociedades de Macron para financiar el sistema de pensiones.

La reforma es un reto muy personal para Macron, que busca construir su legado ya que no puede presentarse a un tercer mandato en 2027 y siempre ha querido dejar su huella en la economía francesa.

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Su índice de aprobación ha caído al nivel más bajo desde marzo de 2020, antes de que la pandemia de Covid-19 arrasara Francia, según un sondeo de la encuestadora Ifop para la revista Paris Match y Sud Radio publicado este martes. De 1.010 adultos entrevistados en línea el 5 y 6 de enero, el 36% dijo que respaldaba su trayectoria como presidente, 2 puntos menos que el mes anterior. El sondeo también mostró que tres quintas partes de los participantes no le ven capaz de reformar el país.

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