Buenos Aires — El Banco Mundial espera que la Argentina crezca 2% este año, pero alertó por los vientos adversos. A través de su informe de Perspectivas Económicas Mundiales, la entidad proyectó que la economía crecería a un ritmo de 2% en 2023 y 2024, tras un crecimiento mayor al esperado, del 5,2%, durante el año pasado. Aún así, advirtió por los efectos adversos de la elevada inflación y los controles de capitales.
La estimación se contrasta con el crecimiento del 0,5% que anticiparon para este 2023 los analistas que consulta regularmente el Banco Central de la República Argentina.
Según estimaciones del Banco Mundial, la economía argentina crecería a una tasa más moderada, del 2% anual, tanto este año como el siguiente. La desaceleración del ritmo de crecimiento, explicaron, “refleja los vientos externos adversos y las limitaciones de la actividad interna relacionadas con la elevada inflación”.
Un contexto “muy difícil”
Para los analistas del organismo internacional, es probable que el debilitamiento de la demanda exterior pese sobre el crecimiento de las exportaciones, mientras que los controles de capitales, importaciones y precios siguen complicando el entorno empresarial.
Para el Banco Mundial, el contexto que enfrenta la Argentina “es muy difícil”, dada la necesidad de reducir la inflación. Eso, añadieron, permitió al mismo tiempo la depreciación del peso y reformar los subsidios energéticos.
Aun así, respecto de este último punto consideraron que las inversiones previstas para poner en funcionamiento el gasoducto nacional Néstor Kirchner “deberían beneficiar a las cuentas fiscales y corrientes al reducir las importaciones de energía”.