Bloomberg — Que la economía se enfríe no está impidiendo que los más ricos sigan comprando Rolls-Royce.
“En los últimos meses no hemos visto ningún descenso en la entrada de pedidos”, dijo el CEO de Rolls-Royce Motor Cars Ltd., Torsten Müller a Bloomberg Television. “Soy cautelosamente optimista sobre este año”.
A pesar de que Rolls-Royce no es inmune a una recesión, la distribución global de sus clientes protege en cierta medida al fabricante de automóviles de lujo, dijo el CEO. La empresa británica viene de un año récord, con la entrega de más de 6.000 vehículos en 2022.
Rolls-Royce, propiedad de la alemana BMW AG, planea vender únicamente vehículos impulsados por baterías para finales de esta década. El fabricante británico presentó en octubre el Spectre, un coupé totalmente eléctrico con un tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h de 4,4 segundos.
Los pedidos del Spectre, que debería llegar en el cuarto trimestre, están “superando nuestras más altas expectativas”, dijo el CEO, añadiendo que la marca está atrayendo nuevos clientes porque se está volviendo eléctrica.
Según Müller-Ötvös, es posible que el mercado global del lujo se enfríe ligeramente este año y es demasiado pronto para predecir cómo evolucionará China, aunque es alentador que los viajes desde el país asiático estén repuntando.
“Una vez que la pandemia haya terminado en China, preveo que allí también volverán a darse pautas de crecimiento”, afirmó. “El resto del mundo está bastante estable”
Las ventas de Rolls-Royce aumentaron un 8% el año pasado, hasta 6.021 autos, gracias a que la creciente demanda en América compensó los descensos en China, con clientes que gastan de promedio unos 500.000 euros (US$537.100) por vehículo. El Cullinan, el primer utilitario deportivo de la marca, fue el modelo más vendido de Rolls-Royce, con casi la mitad de las entregas, según el CEO.
Con la asistencia de Guy Collins y Alix Steel.
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