Invertir en el mercado de valores de Caracas como una medida de protección ante la inflación

La brecha entre los mercados cambiarios, que superó el 25% el año pasado, no permite que pequeños y medianos empresarios puedan salvaguardar sus ganancias

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Caracas — La bolsa de valores de Caracas no representa ni el 20% de lo que fue hace 30 años atrás, sin embargo, hay quienes han encontrado en ella la opción más acertada, o casi la única, para invertir o ahorrar en Venezuela, y protegerse de la severa inflación.

La brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, que ya supera los 20 bolívares por divisa, hace que los venezolanos, sobre todo los empresarios, no encuentren mecanismos para salvaguardar sus ganancias, por mínimas que sean.

La estabilidad que registró la tasa cambiaria monitoreada por el Banco Central de Venezuela (BCV) a principios del año pasado, se vio trastocada en agosto con un salto que representó una divergencia de hasta más de 25% entre ambos mercados.

Para el especialista en finanzas personales, Eduard Vargas, son precisamente esos episodios los ideales para ejecutar su recomendación de invertir en el mercado de valores como una medida de protección a los bolívares en mano, que se devalúan aceleradamente.

“Al momento de recuperar la inversión, si veo que la divergencia se mantiene, yo lo vuelvo a reinvertir, porque al final lo que quiero es protegerme. Y si al momento de recuperar la inversión, veo que la brecha se hizo más cercana, entonces al recibir los bolívares que invertí en el mercado de valores, me va a permitir comprar más dólares al mercado paralelo, que los que hubiese podido comprar antes con la brecha más amplia”, comenta Vargas en contacto con Bloomberg Línea.

El balance de la BVC, aunque aún no ha sido publicado, se espera que ofrezca mejores resultados durante el último año, que ya puede ser cotejado en el número de operaciones de compra/venta durante la primera semana de 2023, con un total de 338 operaciones de las empresas inscritas en la pizarra de cotizaciones, en las cuales se transaron 838 mil 789 acciones, por un total de 461 mil 897 bolívares.

Entre los títulos más negociados destacan el Fondo de Valores Inmobiliarios clase B, Banco Provincial, Banco Nacional de Crédito, Banco de Venezuela, Ron Santa Teresa clase B y Cantv clase D. La incorporación de empresas públicas estatales, una decisión asumida por la administración de Nicolás Maduro en mayo, y formalizada un mes después, ha generado expectativas en relación al mercado, abriendo la discusión sobre su crecimiento.

“Algunas si bien siguen manteniendo reconocimiento en el mercado, pero de alguna manera no cuentan con capital para gestionar sus operaciones, porque digamos que la eficiencia desapareció, la cotización de sus acciones es una forma de poder entender que la economía debe estar en manos privadas, no el 100%, pero si es una manera de comenzar una privatización que no sabemos a qué punto llega, pero si es cierto que ayuda al mercado de valores, pues otras empresas privadas podrían sumarse a ese ruido”, agrega el especialista en finanzas y negocios, fundador de Sin Corbatas.

Ante la falta de financiamiento para el capital privado, considera que emprendedores o pequeños empresarios pueden recurrir al dinero público a través del mercado de valores, atendiendo además la premisa de la leve repunte económico y la necesidad de invertir en el país.

“Ya con las empresas instaladas, va a generarse una mayor cantidad de ofertas a través del mercado de valores y las empresas que aún no están van a empezar a mirar eso. Desde el punto de vista del empresario, ese costo de financiamiento, si bien es cierto que es más alto que ir a un financiamiento bancario, incluso sigue siendo accesible, dependiendo del rendimiento. El mercado seguirá creciendo en los próximos años”, explica Vargas en relación a las proyecciones de crecimiento para Venezuela, que aún es desigualdad para la población.

A su juicio, el venezolano no tiene mayores mecanismos de ahorro, a excepción de adquirir la divisa en físico, con el riesgo que representa la pérdida del poder adquisitivo incluso con la moneda extranjera en el país.  Aplicar un proceso de inventario frecuente afectaría, por otra parte, la gestión del negocio según sus características, y el ciclo del efectivo rutinario, acorde a Vargas, quien apunta a la BVC como principal respuesta.