Bogotá — Este jueves Colombia amaneció con la noticia de que 2022 fue el año con la inflación más alta del siglo al registrar 13,12% en diciembre, dato no visto desde marzo de 1999. Y aunque en la calle todos han sentido que todo está más caro, la situación es más difícil para la gente en condiciones de vulnerabilidad y pobreza.
Síguenos en las redes sociales de Bloomberg Línea Colombia: Twitter, Facebook e Instagram
Según datos del Dane, por niveles de ingreso, en 2022 la inflación de la población en pobreza y vulnerabilidad fue de 14,92% y 14,80%, mientras que la de la clase alta fue de 11,52%, por debajo del promedio nacional (13,12%).
Aunque ha habido mejoras en la reducción de pobreza monetaria después de la crisis derivada por el coronavirus en 2020, Colombia todavía tiene 19,6 millones de personas en esta condición o al menos así lo reflejan las cifras de 2021, que a la fecha y dada las condiciones económicas actuales, ya quedan viejas o desactualizadas.
Tener una inflación histórica tiene varios efectos negativos sobre la economía, pero quizás uno de los más relevantes es que esta puede generar mayor pobreza en el país al mermar el poder adquisitivo de las familias, especialmente, en productos y servicios básicos como arriendo, servicios, alimentos, entre otros.
Lucha contra la pobreza vs inflación histórica: ¿Qué hacer?
Dado el contexto expuesto, Bloomberg Línea consultó a expertos para saber qué podría hacer Colombia para no perder la lucha contra la pobreza en medio de la constante e histórica subida de precios en el país.
Para el economista Jorge LLano, se debe trabajar en varias cosas para reducir la inflación y su impacto en la población de menores ingresos: fortalecer la política social, respetar la independencia del Banrepública, no caer en políticas proteccionistas en periodos de alta inflación y enviar mensajes coherentes y robustos sobre la economía para que el dólar baje.
Llano agregó que se debe tener cuidado y pensar muy bien en cómo hacer las reformas laboral, pensional y de salud, que está proponiendo el gobierno de Gustavo Petro, pues estas podrían impactar de manera significativa el bolsillo de la gente, principalmente a los de menores ingresos.
“Un combinado de política social, coordinación en materia macroeconómica, buenos mensajes y un Ejecutivo apto para tomar las riendas de política social son algunas de las tareas (para reducir la inflación)”,
Jorge Llano.
Hace unos meses Roberto Angulo, socio fundador de la consultora Inclusión SAS y experto en temas de pobreza, explicó a Bloomberg Línea que para evitar que la inflación haga que Colombia sea un país más pobre, “podríamos pensar un ajuste intranual por inflación al valor de las transferencias o al menos semestral porque la inflación está aumentando a pasos acelerados, sobre todo en población pobre y eso requiere una compensación (...) pero pensándolo a la luz de los datos que estamos viendo ahora”.
Para María Claudia Llanes, economista de Bbva Research para Colombia, “para reducir la pobreza, los países deben propender por medidas que generen crecimiento, que aumenten la productividad, como mejoras en la calidad de la educación y en la infraestructura, que reduzcan la informalidad, entre otros”.
Dado que la inflación se ha mantenido en niveles históricos meses atrás, Natalia Galvis, consultora en política social y experta en temas de pobreza le había explicado a este medio en ocasiones pasadas que como “mantener controlada la inflación es muy difícil, el Gobierno debería apalancarse en el crecimiento de la economía y en mejorar la focalización de los programas sociales para que la redistribución sea más eficiente”.
Así mismo, explicó que como los alimentos han sido un rubro protagonista en la inflación, la herramienta más convencional para que el aumento de precios en dichos productos básicos no afecte a la población más vulnerable “es subir la cuota de las transferencias monetarias (subsidios) hasta que alcancen el umbral de pobreza monetaria”.
Para contextualizar lo anterior vale mencionar que según datos del Dane, “la línea de pobreza monetaria per cápita nacional 2021 fue $354.031; en el caso de un hogar de cuatro personas fue $1.416.124″.
