Buenos Aires — S&P Global Ratings comunicó este viernes que rebajó la calificación crediticia de Argentina en moneda local a “Default Selectivo” desde CCC-, tras el canje de deuda en pesos que llevó a cabo el Gobierno esta semana.
La operación voluntaria de conversión fue definida como “dificultosa”, o distressed, en inglés, debido a la probabilidad de un default convencional –dada las altas vulnerabilidades macroeconómicas del Gobierno, y su capacidad limitada para extender vencimientos sin depender de canjes futuros, según informó Bloomberg News.
Por otro lado, para S&P, las perspectivas negativas para el rating de Argentina en moneda extranjera reflejan los riesgos alrededor de desequilibrios económicos pronunciados y la incertidumbre que existe en torno a las políticas que impulsará el Gobierno antes y después de las elecciones de 2023.
Este martes, Economía logró reducir su carga de vencimientos de deuda en pesos durante el primer trimestre desde los $4,3 billones hasta los $1,41 billones. De esa manera, el Gobierno consiguió postergar el 67% de los pagos que debía hacer a sus acreedores en el período.
Según Portfolio Personal Inversiones el canje “no resuelve el problema de fondo. En base a nuestra simulación de roll over, la ventana julio/septiembre se vería seriamente comprometida si persistiera la tendencia actual”, escribieron los analistas de PPI en un informe para sus clientes.
Cabe destacar que el 44,3% de los ocho títulos elegibles para canjear estaban en manos de entidades del propio sector público, según las estimaciones de Portfolio Personal Inversiones.
El Gobierno, por su parte hizo hincapié en la participación de los bancos del sector privado: “Se destaca la participación de bancos entre los que lideraron Banco Santander y Banco Galicia y, en menor medida, Nuevo Banco de Santa Fe, Banco San Juan y Banco Macro”.