Claudia Sheinbaum planea fortalecer a CFE si llega a presidencia de México

Si es elegida presidenta en junio de 2024, Sheinbaum intentará modificar la Constitución para garantizar que la CFE controle al menos el 54% del mercado eléctrico

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Bloomberg — La principal aspirante a la presidencia de México, Claudia Sheinbaum, quien se ve a sí misma como la sucesora natural de Andrés Manuel López Obrador, quiere lograr lo que ni siquiera su mentor ha podido conseguir: un cambio constitucional que consolide el control del Estado sobre el sector eléctrico.

Durante una entrevista realizada la semana pasada, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México describió su plan para fortalecer la debilitada empresa de electricidad perteneciente al Estado.

El tema cobró nuevamente urgencia, dijo, “más ahora que hemos visto lo que ha pasado en Europa, particularmente con la privatización en exceso del sector energético, que ha generado diversos problemas”.

Yo creo una industria eléctrica del Estado fortalece el sistema eléctrico y, al mismo tiempo, abre la participación privada en alrededor del 46%” del mercado, dijo Sheinbaum en sus oficinas. “Si logramos tener este balance que yo creo que es posible a partir de acuerdos muy claros, se puede crecer en adelante con todas las necesidades que requiere el país y fortalecer también las fuentes renovables de energía”.

AMLO, como se conoce al presidente mexicano, ha tratado de restaurar el control estatal sobre el sector energético, pero ha enfrentado una dura oposición de legisladores que dicen que su plan perjudicaría la competencia y obstaculizaría la capacidad de México para cumplir con sus compromisos ambientales. Uno de sus proyectos de ley sobre electricidad fue bloqueado en el Congreso y otro fue aprobado, pero sigue estancado en casos judiciales.

El presidente igualmente ha logrado ampliar el dominio estatal del sector a través de modificaciones a las normativas y negociaciones de permisos.

Pero Sheinbaum prometió que, si es elegida presidenta en junio de 2024 con una sólida base en el Congreso, intentará modificar la Constitución para garantizar que la empresa estatal de servicios públicos, Comisión Federal de Electricidad, controle al menos el 54% del mercado eléctrico, el objetivo al que apunta AMLO.

La empresa, conocida como CFE, ha dicho que genera aproximadamente la mitad de la electricidad de México, y López Obrador teme que pueda perder rápidamente participación de mercado si su preponderancia sobre las empresas privadas no está garantizada en la Constitución.

Yo creo que es necesario fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad y tener muy claros cuáles son los esquemas de inversión privada en el sector eléctrico”, indicó Sheinbaum.

Al dar preferencia a su generadora de energía estatal, México pone en riesgo inversiones en proyectos de energía renovable de empresas extranjeras, como las españolas Iberdrola S.A. y Acciona Energía SA y las francesas EDF y Engie SA.

Sin duda, no hay garantía de que la sucesora de López Obrador, de ser elegida, tenga un mayor apoyo en el Congreso del que AMLO goza actualmente.

Sheinbaum está muy por delante de cualquier posible candidato de los partidos de oposición, pero solo ligeramente por delante de otros nombres que el presidente ha mencionado como sus posibles abanderados. Y aunque personas cercanas al presidente consideran que la alcaldesa es su elección más probable, el propio AMLO ha negado haber tomado una decisión.

Corresponde al partido gobernante, Morena, definir este año a su candidato a través de una encuesta.

Iniciativas verdes

Las opiniones de la alcaldesa de 60 años sobre energía y economía se acercan mucho a las de AMLO, pero, al mismo tiempo, Sheinbaum expresa un mayor interés en proyectos ambientales y una futura transición desde los combustibles fósiles.

Sheinbaum, ingeniera ambiental de oficio, dijo que le gustaría llevar a escala nacional sus proyectos ambientales de Ciudad de México, como la electrificación de parte del sistema de transporte público.

Quiere aumentar la inversión pública en investigación y desarrollo para iniciativas verdes. Si bien su enfoque climático representaría un cambio frente al de AMLO, los detractores de la actual Administración han dicho durante mucho tiempo que dar preferencia a CFE, que tiene una infraestructura hidroeléctrica obsoleta y proyectos solares de lento crecimiento, desalentaría las inversiones verdes privadas.

También evitó decir si elevaría los impuestos, algo que AMLO ha prometido no hacer nunca. Ese es un tema que “hay que revisar con los mismos empresarios; también tiene que ser una cosa que no lleve un conflicto, sino un consenso”.

Sin embargo, en la mayoría de los demás asuntos, las opiniones de Sheinbaum y AMLO están sincronizadas.

La alcaldesa respetaría la autonomía del banco central, pero está de acuerdo con el presidente en que la junta debe prestar más atención al crecimiento económico y no solo a la inflación.

En la misma línea, quiere que la política pública se centre menos en expandir el producto interno bruto y más en mejorar el desarrollo y el bienestar.

Sheinbaum aumentaría sustancialmente el salario mínimo cada año, como lo ha hecho el presidente, y prometió continuar con la austeridad fiscal de la Administración actual.

La alcaldesa declinó decir cuáles serían las grandes diferencias de su posible gobierno con la Administración de AMLO, argumentando que no es el momento para que haga tales distinciones ya que al presidente todavía le quedan casi dos años en el cargo.

Sheinbaum se desempeñó como secretaria del Medio Ambiente de la capital cuando AMLO asumió como alcalde, en 2000, y luego encabezó la populosa alcaldía de Tlalpan de la ciudad. Ella cree que está bien posicionada para ser la próxima presidenta de México, ya que es hora de que una mujer líder asuma el cargo.

“Hay un sector que dice ‘quiero una mujer presidenta’, y evidentemente nuestro movimiento está arriba en las encuestas, entonces, la posibilidad es muy grande de que eso ocurra”.