Bloomberg — Mientras la caída del mercado bursátil no muestra un final a la vista, un indicador de renta variable construido por Bank of America Corp. (BAC) ofrece un rayo de esperanza.
El llamado indicador de venta del banco, que agrega las opiniones de los estrategas de Wall Street sobre la asignación de activos, cayó 33 puntos básicos en diciembre y ahora está a 1,5 puntos porcentuales del nivel que históricamente está vinculado a una buena oportunidad de compra. En el nivel actual, el indicador es lo más cerca que ha estado de señalar una “compra” desde 2017.
“Una de las razones por las que somos más constructivos sobre la renta variable en 2023 es la gran caída en el sentimiento durante 2022″, escribieron los estrategas de Bank of America, incluida Savita Subramanian, en una nota a los clientes. “Ha sido una señal alcista cuando los estrategas de Wall Street eran extremadamente bajistas, y viceversa”.
Si el sentimiento es propenso a un eventual cambio de tendencia, no se mostró el martes. Tras caer un 19% en 2022, el índice S&P 500 retrocedió un 1% en la primera jornada bursátil de 2023, ya que los inversores siguieron evaluando las perspectivas de los valores de crecimiento. Tesla Inc. (TSLA) registró la mayor caída desde 2020 después de que las entregas del cuarto trimestre incumplieran las estimaciones, a pesar de que el fabricante de coches eléctricos ofreció incentivos en mercados importantes. Y las acciones de Apple Inc. (AAPL) también cayeron, empujando el valor de mercado del fabricante de iPhone por debajo de los US$2 billones.
Si el rebote se producirá esta vez es una incógnita, y es probable que mucho dependa de la senda de subidas de tipos de interés de la Reserva Federal. Para los estrategas de Bank of America, el sentimiento negativo debería ayudar al S&P 500 a alcanzar los 4.000 puntos a finales de año, un nivel que implica un salto del 5,2% desde su nivel a las 2:27 p.m. de Nueva York del lunes.
Los indicadores de sentimiento han sido herramientas de inversión cuestionables en 2022, con lecturas históricamente asociadas a rebotes que preceden a caídas aún mayores. Pero a medida que avanza la derrota, las valoraciones del S&P 500 se están volviendo más razonables, lo que refuerza las razones para que los inversores con efectivo se lancen a la piscina. El índice de 500 miembros cotiza a 16,5 veces sus beneficios previstos a 12 meses, en línea con su lectura media de este siglo.
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