Bloomberg — La bien ejecutada apuesta de un operador veterano sobre el fin del dinero fácil le ha reportado a su fondo de cobertura retornos de tres cifras en su primer año completo.
Se trata de Neal Berger, que decidió lanzar su fondo Contrarian Macro Fund luego de liderar Eagle’s View Capital Management como un fondo de fondos durante 16 años.
El fondo se lanzó con capital de los socios en abril de 2021 para apostar a que la Reserva Federal comenzaría a poner fin a una década de estímulos pese a que la Fed seguía asegurando que la inflación era “transitoria”. Para el momento en que el banco central cambió su curso, Berger estaba comenzando a aceptar dinero externo.
“La razón por la que puse en marcha el fondo fue que los flujos de los bancos centrales iban a cambiar 180 grados. Esa diferencia clave sería un viento en contra para todos los precios de los activos”, dijo Berger. “Uno tenía que creer que los precios que veíamos eran, por utilizar el término académico, chiflados”.
La apuesta resultó ser clarividente, proporcionando al nuevo fondo una rentabilidad de alrededor del 163% en 2022, según un documento del inversor visto por Bloomberg. Berger declinó hacer comentarios sobre la rentabilidad del fondo. Eagle’s View, con sede en Nueva York, gestiona unos US$700 millones en total, con US$200 millones en el fondo Contrarian Macro Fund.
Berger se une a una serie de gestores de fondos de cobertura macroeconómicos, entre ellos Said Haider, Crispin Odey y BlueCrest Capital Management, de Michael Platt, que lograron utilizar apuestas sobre la economía para multiplicar su dinero durante el pasado año de turbulencias que provocaron rendimientos mediocres en muchos otros fondos.
Berger dijo que está utilizando contratos de futuros para ponerse corto en acciones y bonos que vio distorsionados por años de estímulo monetario.
“Los US$19 billones de deuda soberana negociados con rendimientos negativos, el auge de las SPAC, el auge de las criptomonedas, las valoraciones de las acciones privadas y las valoraciones de las acciones públicas son todas rayas de la misma cebra”, dijo Berger, cuya experiencia previa en macrooperaciones incluye Millennium Management, Chase Manhattan Bank y Fuji Bank. “La cebra es el océano de liquidez, primero en respuesta a la Gran Crisis Financiera y luego al Covid”.
El Contrarian Macro Fund mantiene sobre todo apuestas bajistas en activos europeos y estadounidenses, con coberturas que se rentabilizan en periodos más positivos. Después de que el Banco de Japón ampliara el límite superior de los rendimientos a 10 años, el fondo también estableció posiciones cortas contra bonos japoneses y apostó a que el yen subiría. Según Berger, esto no es más que el principio del fin del carry trade mundial, cuyo objetivo es utilizar divisas de bajo rendimiento como el yen para comprar algo con mayor rentabilidad.
Berger planea mantener sus posiciones cortas durante años. El dolor aún no ha terminado, y su fin sólo estará claro después de que los activos coticen lateralmente durante varios meses, dijo.
“Hay variaciones y subidas en el día a día, mes a mes”, afirma. “Pero a gran escala, todo va a la baja. La acción del precio es, en última instancia, la Biblia”.
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