El rojo con Brasil en 2022 que Argentina buscará mejorar tras el regreso de Lula

La balanza comercial mostró déficit tras dos años superavitarios. El presidente Fernández se reunió este lunes con su par brasileño y avanzaron en las negociaciones de un acuerdo regional, ¿de qué se trata?

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Buenos Aires — Brasil es el principal destino de las exportaciones argentinas – US$11.599 millones de los US$82.293 millones totales entre enero y noviembre de 2022– y con la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente Alberto Fernández aspira a que se convierta también en el principal socio político. Un nuevo vínculo con el país vecino le permite al Gobierno argentino ilusionarse con un acuerdo de integración que pueda, entre otras cosas, revertir la balanza comercial negativa que en 2022 mostró un rojo de US$2.250 millones, según un informe de la consultora Abeceb.

“Hemos claramente decidido volver a poner en marcha el vínculo entre Argentina y Brasil, con toda la fuerza que ese vínculo debe tener. Ambos países son indisolublemente unidos”, dijo Fernández este lunes desde Brasilia, tras un encuentro bilateral con su par brasileño que se repetirá el próximo 23 de enero en Buenos Aires en una visita en la cual el Gobierno nacional buscará rubricar el mencionado acuerdo con Brasil.

Balanza comercial con Brasil en 2022

Un escaso superávit de US$4 millones en diciembre no alcanzó para revertir una déficit comercial de US$2.250 millones de Argentina con Brasil durante el 2022, según publicó este lunes la consultora Abeceb, cuya fuente es la información preliminar del Ministerio de Economía de Brasil.

Argentina acumulaba dos años de superávit que según Abeceb fueron una excepción en la relación entre ambos países. Entre 2004 y 2018 el déficit promedió los US$3.500 millones anuales. “El rojo fue consecuencia de importaciones que crecieron muy por encima de las exportaciones, mientras que las importaciones totalizaron los US$15.358 millones y crecieron un 29,3% interanual, las exportaciones llegaron a US$13.104 millones, una suba del 9,7% interanual”, dice el informe.

El sector automotriz se quedó con los dos principales productos importados (“partes y accesorios para vehículos automotores” y “vehículos de pasajeros”) con poco más del 20% de las importaciones totales desde Brasil pero también con los dos bienes más exportados (vehículos a motor para el transporte de mercancías y usos especiales” y “vehículos de pasajeros”), representando poco más de un tercio del total de las ventas a ese país.

¿Qué esperar de la relación bilateral en 2023?

Abeceb destacó que el regreso de Lula puede representar una mejora en la relación bilateral entre ambas naciones, y que parte de los objetivos del presidente brasileño serán buscar una mayor integración regional en América del Sur, no obstante destaca que “hay que ser cautos en cuanto la posibilidad de que haya cambios sustanciales en el flujo comercial con el Brasil”.

Según la consultora hay obstáculos de índole macro-institucional y estructurales como la falta de rumbo del Mercosur y los escasos acuerdos, sumado a la volatilidad macroeconómica argentina, que podrían impedir grandes cambios. También menciona que “existen dificultades a nivel sectorial que obstaculizan un avance más profundo en la relación bilateral”.

“Si bien la predisposición de Lula en avanzar hacia una mayor integración regional podría dar cierto impulso al comercio bilateral, lo cierto es que no se esperan cambios sustanciales en la relación comercial con Brasil”, dice Abeceb.

Acuerdo de integración regional con Brasil

“Con la llegada de Lula será más fácil hablar de integración. Él cree en la patria grande, cree que Brasil es parte de esa patria sudamericana. Todo será mucho más fluido”, dijo el presidente Fernández este lunes a C5N tras su encuentro con Lula, en el que se comenzó a trabajar sobre un acuerdo que Argentina aspira a rubricar el próximo 23 de enero con la visita del presidente brasileño a Buenos Aires.

El acuerdo que se está negociando incluye entre otros ítems la posibilidad de avanzar en una moneda común para acuerdos de intercambio comercial y un swap para acelerar préstamos bilaterales, sumado a acuerdos de entendimiento entre bancos públicos de ambos países.