Bloomberg — El cofundador de FTX, Sam Bankman-Fried, se declaró no culpable de los cargos de fraude presentados contra él este martes y protagonizará en octubre uno de los mayores juicios de fraude de cuello blanco de los últimos años.
Bankman-Fried compareció ante una corte de distrito de EE.UU. en Nueva York usando un traje azul, camisa blanca y corbata azul. Se sentó en la mesa de la defensa entre sus abogados.
Según expertos legales, la decisión le sirve para ganar tiempo. Bankman-Fried tendrá una mejor idea de la evidencia que los fiscales tienen contra él y planeará si negociar o luchar.
Poco después, el juez del caso fijó el 2 de octubre de 2023 como la fecha de comienzo del juicio. Se espera que el juicio sea extenso.
Bankman-Fried salió de un todoterreno negro ante una multitud de fotógrafos y equipos de televisión el martes, antes de una audiencia prevista a las 14:00 horas en Nueva York. En diciembre, los fiscales estadounidenses de Manhattan revelaron ocho cargos penales contra él, entre ellos fraude electrónico e infracciones en la financiación de campañas.
“Todas las maquinaciones para llegar a juicio empezarán a rodar después de la lectura de cargos”, dijo Andrew Jennings, profesor de Derecho y ex abogado defensor de delitos de cuello blanco. “Pero eso no significa que el gobierno y Bankman-Fried no puedan negociar una declaración de culpabilidad”.
La ayudante del fiscal Danielle Sassoon resumió las pruebas contra Bankman-Fried, señalando que desde el principio FTX tuvo una relación única con Alameda que le permitió recibir un trato preferente.
El fiscal federal de Manhattan Damian Williams, que lleva el caso Bankman-Fried, anunció el martes la formación de un grupo de trabajo de fiscales superiores para encargarse de la investigación y el enjuiciamiento de los asuntos relacionados con la quiebra, compuesto por miembros de unidades que investigan el fraude en valores y materias primas, la corrupción pública, el blanqueo de dinero y las empresas delictivas transnacionales. El grupo de trabajo, que utilizará las capacidades de decomiso de activos y cibernéticas de la oficina para “rastrear y recuperar los activos de las víctimas”.
El grupo estará dirigido por la abogada jefe de la oficina, Andrea Griswold, que ejerce de codirectora del grupo de trabajo sobre fraude de valores y materias primas, y será supervisado por los jefes de la unidad de fraude de valores y materias primas con la consulta de los jefes de las unidades de corrupción pública y blanqueo de capitales y empresas delictivas transnacionales.
Jennings, ahora profesor en la Facultad de Derecho de Brooklyn, dijo que Bankman-Fried probablemente estaría considerando si podría y debería negociar un acuerdo de culpabilidad. En ese caso, los fiscales podrían estar dispuestos a ceder en cuanto a las recomendaciones de condena -el tiempo que creen que Bankman-Fried debería pasar en prisión- que presentan a un juez o retirar uno o más cargos.
“Aunque el caso vaya a juicio con pruebas sólidas, conlleva algunos riesgos”, dijo Jennings. “Si el caso va a durar semanas, supone un compromiso muy serio de los recursos del gobierno. Así que el gobierno, en general, siempre está abierto a llegar a algún acuerdo si evita el coste del juicio”.
Declararse inocente también abre canales de investigación. Bankman-Fried y su equipo jurídico, dirigido por el abogado defensor Mark S. Cohen, podrán conocer mejor las pruebas de que disponen los fiscales, incluido cualquier material exculpatorio.
El fiscal Damian Williams reveló anteriormente que el gobierno había hablado con docenas de empleados de FTX y tenía decenas de miles de páginas de material, incluidos correos electrónicos, estados financieros y mensajes de Signal.
Los testigos estrella del gobierno son algunos de los colaboradores más cercanos de Bankman-Fried: la ex directora ejecutiva de Alameda Research, Caroline Ellison, y el director de tecnología de FTX, Gary Wang. Se han declarado culpables de cargos de fraude en acuerdos de cooperación celebrados con el gobierno cuando Bankman-Fried aún estaba en las Bahamas.
Aunque negociar una declaración de culpabilidad es una cosa, el valor global de Bankman-Fried como cooperador se ve algo disminuido por el hecho de que se encuentra en la cima de la jerarquía del FTX.
“Aunque Bankman-Fried quisiera cooperar”, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York (SDNY, por sus siglas en inglés) “sólo accedería a hacerlo si aportara un valor sustancial”, dijo el abogado defensor Tim Howard, ex fiscal del SDNY. “Al SDNY no le gusta cooperar a la baja, y Bankman-Fried está probablemente en la cúspide de su pirámide, así que es poco probable”.
Sólo una fracción de los casos penales en EE.UU. acaban llegando a juicio. El fundador de FTX fue detenido en las Bahamas el 12 de diciembre después de que los fiscales estadounidenses presentaran una acusación en la que le acusaban de encabezar un fraude de un año de duración a través del intercambio de criptodivisas.
Bankman-Fried recaudó fraudulentamente US$1.800 millones de inversores bajo el pretexto de que FTX contaba con controles y medidas de gestión de riesgos adecuados, según alegan las autoridades. El catastrófico colapso de FTX en noviembre y su posterior declaración de quiebra hicieron añicos la confianza en el sector de las criptomonedas.
También está acusado de malversar los fondos de los clientes en FTX para cubrir gastos personales, compras de bienes raíces y operaciones en Alameda Research, el fondo de cobertura que estableció en 2017. En entrevistas con los medios antes de su detención, Bankman-Fried admitió ser un mal gestor con lagunas en la supervisión, pero negó haber cometido fraude a sabiendas.
Fue extraditado a Estados Unidos el mes pasado y puesto en libertad bajo fianza de US$250 millones de . También se enfrenta a acciones civiles de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Commodity Futures Trading Commission. Es probable que estas causas se suspendan mientras se resuelve la causa penal.
El caso es EE.UU. contra Bankman-Fried, 22-cr-00673, Tribunal de Distrito de EE.UU., Distrito Sur de Nueva York (Manhattan).
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