Bloomberg — Chile registró un aumento del 43% en el número de homicidios el año pasado, lo que aumenta la presión sobre el presidente, Gabriel Boric, para que implemente medidas más duras contra el crimen.
El país vio un total de 842 casos en 2022, mientras que el número de víctimas aumentó un 41% interanual, según datos de la policía publicados el martes. Las mayores ocurrencias se dieron en las regiones de Tarapacá, y Arica y Parinacota, las más norteñas del país.
“La evolución que han tenido los delitos de homicidio junto con la mayor presencia de armas son las principales preocupaciones en materia de seguridad del Gobierno del presidente Boric”, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá, en la presentación de los datos policiales. “Han aumentado de una manera que no estamos dispuestos a tolerar”.
Crece desaprobación de Boric por alza de crímenes
Un aumento en el crimen ha afectado los niveles de aprobación de Boric y ha puesto a prueba la reputación de Chile como uno de los países más seguros de América Latina. En respuesta, ha impulsado fondos para la seguridad pública y comenzó conversaciones sobre seguridad con los partidos de oposición.
Sin embargo, los opositores criticaron a Boric por indultar recientemente a trece personas por delitos como saqueos durante las manifestaciones de 2019. Para protestar, los partidos de oposición abandonaron las conversaciones sostenidas la semana pasada que tenían el objetivo de alcanzar un amplio acuerdo de seguridad pública.
Un 42% de los chilenos mencionaron el crimen como un tema personal importante en 2022, por encima de la inflación y el coronavirus, según una encuesta realizada por Cadem publicada en diciembre. Combatir el crimen debería ser una prioridad para el Gobierno de Boric este año, según el 60%.
Chile frente a otros países
A pesar del fuerte aumento de los casos, la tasa de homicidios de Chile se situó en 4,6 por cada 100.000 habitantes, una de las más bajas de América Latina, según la policía chilena. La base de comparación probablemente se vio afectada por los bloqueos continuos y las restricciones de movimiento implementadas en 2021 para frenar la propagación del coronavirus.
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