Bloomberg Línea — Las protestas que dejaron más de 20 muertos y 600 heridos en enfrentamientos con la Fuerza Pública en diciembre se reiniciarían esta semana en Perú, el próximo 4 de enero, en un nuevo intento por exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, tras la destitución de Petro Castillo el pasado 7 de enero.
Las manifestaciones, que se presentaron principalmente en el sur del país, disminuyeron hacia finales de diciembre por cuenta de las fiesta de fin de año. Sin embargo, el ministro del Interior, Víctor Rojas, dijo recientemente que el gobierno tenía información de que volverían los conflictos sociales el 4 de enero, especialmente en la zona sur.
Justamente, en las últimas horas, Rojas viajó a las regiones de Arequipa y Puno para sostener conversaciones con las autoridades de seguridad y representantes policiales para “gestionar acciones de orden interno” de cara a nuevas movilizaciones.
En las reuniones, el funcionario público coordinó con el gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, las acciones a adelantar y analizaron “los acontecimientos que vienen ocurriendo en el sur del país” desde diciembre.
Además, tuvo un encuentro con la IX Macro Región Policial Arequipa, representada por el General PNP Miguel Cayetano Cuadros, para “asegurar las condiciones necesarias” para que las movilizaciones anunciadas “se lleven a cabo de manera pacífica y sin enfrentamientos”.
Los límites de los diálogos
Son diferentes funcionarios de la administración Boluarte que están al pendiente de los nuevos acontecimientos de orden público que puedan presentarse esta semana, pues los grupos de seguidores de Pedro Castillo aún reclaman su liberación.
Justamente el ministro de Energía y Minas, Óscar Vera, señaló a RPP que el gobierno tiene una apertura al diálogo permanente, pero detalló que hay algunos temas que no son objeto de estos encuentros, haciendo énfasis en la imposibilidad de tratarlos o solucionarlos.
“Hemos podido atender una serie de pedidos que vienen de tiempo atrás, los cuales estamos tratando de viabilizar mediante el diálogo y apoyo a diversas entidades que tiene que ver con los proyectos”, afirmó al medio, tras viajes continuos a la región de Cusco.
Entre los temas, Vera, que fue designado por la Presidencia para hacer parte de las mesas de diálogos, dijo que la renuncia de Boluarte o la liberación de Castillo no están enmarcados dentro de la ley, por lo que no se pueden incluir en las conversaciones.
Frente a los llamados de diferentes sectores a reactivar las protestas en el país, la presidenta Dina Boluarte dijo en los últimos días que a pesar de que las movilizaciones sean pacíficas, “generan pérdidas para el Estado, (...) con estos ingresos podemos resolver problemas de salud, agua, desagüe, carreteras (...) Los llamo a la reflexión”, expresó.