Bloomberg — El presidente Alberto Fernández convocó a su fuerza en el Congreso a impulsar un juicio político contra el presidente de la Corte Suprema de Argentina, Horacio Rosatti, una maniobra que surge tras la reciente disputa con el máximo tribunal por el fallo de la coparticipación, pero que es poco probable que prospere en el Congreso.
En una carta publicada el día de Año Nuevo, Fernández dijo que convocó a algunos gobernadores para impulsar el juicio político a Rosatti, quien el mes pasado ordenó al Gobierno federal devolver fondos adeudados a la ciudad de Buenos Aires, controlada por la oposición.
“En los últimos meses hemos visto un avance inadmisible del Poder Judicial de la Nación sobre los otros poderes de la Argentina”, escribió Fernández. “Es mi deber promover acciones cuando el sistema federal es puesto en crisis”.
Es poco probable que Rosatti sea sometido a juicio político porque la ley argentina exige que dos tercios de la Cámara Baja estén de acuerdo en presentar acusaciones en su contra, y la misma mayoría en el Senado para apoyar el caso. La coalición de Fernández, que ya lucha por mantenerse unida antes de las elecciones presidenciales de este año, carece de esa mayoría en la legislatura.
En un principio, Fernández se negó a acatar la orden judicial de transferir el dinero, pero luego dijo que devolvería los fondos a la ciudad en bonos con vencimiento en 2031, algo que los líderes de la ciudad han rechazado.
El caso tiene su origen en un conflicto ocurrido en 2020, cuando Fernández retiró fondos federales de la ciudad y los entregó a la provincia de Buenos Aires, controlada por su coalición. El dinero estaba destinado a pagar los aumentos salariales de la policía. El presidente justificó la medida alegando que la ciudad es mucho más rica per cápita que la provincia.
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