Bloomberg — La parte fácil es decidir que quieres reducir tu huella de carbono. Lo difícil puede ser decidir cómo hacerlo. ¿Cuánto esfuerzo quieres hacer? ¿Cuánto dinero quieres gastar? ¿De verdad puedes vivir sin comer hamburguesas? Dependiendo de si eres capaz de asumir grandes o pequeños cambios, el equipo de Greener Living (Vida más Verde) de Bloomberg tiene una lista de cosas que puedes probar.
Compra ropa y zapatos en tu propio armario
Dificultad: Fácil
Para hacer frente al cambio climático en tu propia vida, la medida más sencilla y barata que puedes tomar es comprar y consumir menos cosas, evitando así todas las emisiones de carbono que conlleva la creación, distribución y uso de esos artículos adicionales. En lo que respecta a la ropa, esto significa conservar lo que tienes en el armario aproximadamente el doble de años. Si todo el mundo hiciera eso, se podrían reducir las emisiones relacionadas con la ropa en un 44%, según un informe de 2017 de la fundación benéfica Ellen MacArthur.
Compra ropa de segunda mano
Dificultad: Fácil
Si te entusiasma comprar más de casi cualquier cosa, la mejor opción es comprar de segunda mano. Para la ropa, el calzado y los accesorios, una forma de hacerlo es a través de mercados en línea de terceros, como The RealReal, Inc., ThredUp Inc. y Depop Ltd., que ofrecen artículos de segunda mano. Incluso los gigantes de la segunda mano con una cadena de tiendas físicas están apostando por Internet, como la organización sin ánimo de lucro Goodwill Industries Inc con su GoodwillFinds. Un número cada vez mayor de empresas de ropa y calzado también están revendiendo productos devueltos o intercambiados a los consumidores con descuento, como la empresa de ropa para actividades al aire libre Patagonia, Inc. en su sitio Worn Wear y la empresa de zapatillas de correr On AG con su sitio Onward. También puedes utilizar una extensión del navegador llamada Beni mientras compras ropa nueva; te sugerirá productos de segunda mano similares o idénticos en un cuadro emergente.
Utiliza la realidad aumentada para comprar
Dificultad: Fácil
Comprar ropa por Internet siempre es una apuesta arriesgada: En 2021, los compradores estadounidenses devolverán productos por valor de US$761.000 millones o casi el 17% de todas las ventas al por menor, según la Federación Nacional de Minoristas. Pero probarse los artículos virtualmente primero puede ayudarte a decidir si un producto te conviene, reduciendo así las posibilidades de tener que devolverlo, según una encuesta realizada por la empresa de investigación de mercado Alter Agents a más de 4.000 compradores de todo el mundo. El minorista canadiense Shopify Inc. (SHOP) ya permite a los compradores probarse artículos virtualmente, mientras que otros gigantes del comercio en línea como Amazon.com Inc. (AMZN) y Walmart Inc. (WMT) están experimentando con esta tecnología.
Prueba la ropa interior compostable
Dificultad: Fácil
La reventa no es una opción para la mayoría de la ropa interior, como tampoco lo es el reciclaje cuando llega el momento de deshacerse de ella. La mayoría de las prendas íntimas proceden de “recursos no renovables basados en combustibles fósiles”, explica Rachel Kibbe, CEO y fundadora de la consultora Circular Services Group. “Han permitido la elasticidad, el soporte y la función que los consumidores han llegado a amar. Pero tampoco son reciclables en absoluto”. Una empresa llamada Kent intenta ofrecer una alternativa sostenible: ropa interior compostable.
Abastecerse de conservas de pescado
Dificultad: Fácil
El sistema alimentario es responsable de aproximadamente un tercio de las emisiones mundiales anuales, la mayoría de las cuales proceden de la producción ganadera. En comparación, las anchoas, las sardinas y otros pescados en conserva tienen una huella de carbono especialmente baja, lo que los convierte en una solución barata para el clima. “El pescado salvaje aporta la mayor cantidad de proteínas con la menor huella de carbono”, afirma el ingeniero químico Gumersindo Feijóo, de la Universidade de Santiago de Compostela. “Ponlo en una lata y se vuelve aún más interesante, porque mantiene el sabor y el valor nutricional y no necesita refrigeración ni cocción”.
Prueba alternativas alimentarias basadas en plantas
Dificultad: Fácil
Otro pequeño paso para reducir las emisiones asociadas a la ingesta de alimentos consiste en cambiar un producto animal por otro vegetal. Ahora hay más opciones de alimentos vegetales que nunca, desde hamburguesas y nuggets hasta leche, huevos y queso de origen vegetal. Aunque las ventas de alternativas a la carne de origen vegetal están bajando, las opciones siguen siendo abundantes. Y si las alternativas a la carne no son para ti, prueba las originales, como los frijoles, el tofu y el seitán.
Prueba una dieta flexitariana
Dificultad: Moderado
La mejor forma de reducir las emisiones relacionadas con la alimentación es abandonar la carne, los lácteos y otros alimentos de origen animal. Pero esto no significa que tengas que hacerte vegano. Una opción es la dieta flexitariana, basada principalmente en plantas, pero ningún alimento está prohibido. También están las dietas climatariana y reducetariana, que se centran más en comer menos ternera, cordero y otras carnes.
Desenchufa los electrodomésticos cuando no los uses
Dificultad: Fácil
Prácticamente todos los aparatos electrónicos y electrodomésticos de tu casa siguen consumiendo energía aunque no estén en uso o encendidos, un fenómeno conocido como energía de reserva. Si quieres reducir el consumo de energía de tu casa, el modo de espera es un buen punto de partida. Aunque los expertos no recomiendan desenchufar regularmente todos los aparatos cuando no se usan por razones de seguridad, hay muchos objetivos fáciles: aparatos de temporada, como cortacéspedes y sopladores de nieve; pequeños electrodomésticos de cocina, sobre todo cuando se está de vacaciones; televisores de repuesto o cajas de cable en habitaciones de invitados que apenas se usan; y cualquier aparato de vídeo u otros aparatos que a estas alturas son más que nada una novedad.
Minimizar el consumo de energía durante las horas de mayor consumo
Dificultad: Moderado
En medio de una ola de calor abrasador en California el verano pasado, las autoridades estatales enviaron una alerta de texto aconsejando a los consumidores que redujeran su consumo de energía para evitar apagones, y funcionó. Al otro lado del Atlántico, las autoridades británicas están incentivando este invierno a los propietarios de viviendas para que consuman menos electricidad durante las horas punta, entre las 16.00 y las 20.00 horas, con el fin de combatir la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania. Puede que esto signifique cenar antes o almorzar más tarde, pero reducir el consumo de energía (especialmente durante las horas de mayor consumo) puede reducir la factura de la luz y mantener bajas las emisiones al evitar poner en marcha fuentes de energía adicionales.
Compra juguetes fabricados con materiales reciclados
Dificultad: Moderado
El hogar occidental medio compra 18,3 kilos (40,3 libras) de juguetes de plástico por niño cada año, según un estudio de 2021 publicado en la revista Environment International. Para muchos juguetes de plástico, su destino final es el vertedero. En un intento de reducir estos residuos plásticos, el gigante juguetero Mattel, Inc. lanza una línea de productos fabricados con “materiales plásticos 100% reciclados, reciclables o de origen biológico”. Es cierto que ahora no hay muchas opciones, pero se espera que eso cambie en el futuro, a medida que más empresas se ocupen de sus residuos y de su huella plástica.
Fondos de jubilación ecológicos
Dificultad: Moderada
La mayoría de los planes de jubilación individuales y patrocinados por las empresas tienen algún dinero invertido en empresas que alimentan la crisis climática, y a menudo la gente que paga en ellos no tiene ni idea. Aunque no siempre es posible cambiar inmediatamente tus ahorros a una alternativa respetuosa con el clima, cada vez hay más opciones y recursos para hacerlo. Aquí una guía paso a paso para hacer más ecológicos tus 401(k) u otras cuentas de jubilación, empezando por averiguar qué hay actualmente en tus planes de jubilación.
Cambia tus desplazamientos con una bicicleta eléctrica
Dificultad: Moderado
Si vas al trabajo andando o en transporte público, ignóralo. Pero los conductores de coches que quieran reducir sus emisiones y ahorrar en combustible deberían plantearse ir en bicicleta normal, eléctrica o patinete eléctrico. Además, estarás a la última. Según datos de NPD Group, Inc, que rastrea las ventas en tiendas de bicicletas, tiendas al aire libre y otros minoristas, el mercado estadounidense de bicicletas eléctricas creció un 40% entre 2020 y 2021, y continuó su expansión este año.
Cámbiate a un auto eléctrico
Dificultad: Desafiante
Si no puedes vivir sin un auto, cambiar de un devorador de gasolina a una opción eléctrica es una forma de reducir drásticamente el dióxido de carbono y otras emisiones. Bloomberg Green ha elaborado una guía completa en la que se clasifican todos los vehículos eléctricos disponibles actualmente en EE.UU., desde el Hyundai Ioniq 5 hasta el Kia EV6 y los modelos 3, Y, S y X de Tesla. La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) también significa que los consumidores pronto tendrán acceso a nuevos incentivos financieros para hacer el cambio a vehículos eléctricos nuevos o usados. Sin embargo, hay un problema: La gran demanda y los problemas en la cadena de suministro dificultan la adquisición inmediata de un auto eléctrico nuevo. Por ahora, la mejor forma de conseguir un VE rápido puede ser comprarlo usado.
Incluso un auto híbrido puede marcar la diferencia
Dificultad: Desafiante
¿Aún no estás preparado para pasarte a la electricidad? Los híbridos son autos de transición perfectos, ya que ofrecen un anticipo de la vida en VE sin necesidad de toda la infraestructura de recarga; además, ahora mismo pueden ser más baratos y fáciles de encontrar. En los nueve primeros meses de 2022, los conductores de todo el mundo compraron casi 2 millones de vehículos híbridos, un 45% más que el año anterior, según BloombergNEF.
Obtener una bomba de calor
Dificultad: Desafiante
La humilde bomba de calor está cada vez más de moda en lo que a tecnología climática se refiere. Mantiene tu casa fresca y menos húmeda cuando hace calor, o caliente cuando hace frío, y es más eficiente que los aires acondicionados convencionales y las calderas de combustibles fósiles. A largo plazo, la bomba de calor puede ahorrarle costos energéticos. En EE.UU., el precio del equipo y la instalación de una bomba de calor aerotérmica suele oscilar entre US$4.000 y US$12.000, dependiendo de las especificaciones. Es un precio similar al de los sistemas tradicionales de refrigeración y calefacción, y el IRA pronto ofrecerá más incentivos financieros.
Usar energía solar
Dificultad: Desafiante
Una de las formas más significativas de reducir la huella de emisiones de tu estilo de vida es alimentar tu casa con energía limpia, y conseguir energía solar en el tejado es una de esas opciones. Gracias a la IRA, ahora hay una serie de incentivos financieros que ayudan a sufragar el precio de las instalaciones solares en los hogares estadounidenses, que pueden costar decenas de miles de dólares. Esto incluye un crédito fiscal del 30% para sistemas solares residenciales hasta el 1 de enero de 2034. Incluso algunos inquilinos pueden acceder a la energía solar a través de programas solares comunitarios o de huertos solares, y los que lo hacen pueden obtener un descuento en sus facturas de servicios públicos por proporcionar más energía limpia a la red.
Con la asistencia de Todd Woody, Kyle Stock, Coco Liu, Olivia Rudgard, Olivia Rockeman, Deena Shanker y Laura Millan Lombrana.
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