Caracas — Pasar ocho horas de las últimas 48 del año en una cola para adquirir gasolina se ha convertido en una reciente y agotadora tradición para los venezolanos, que desde el 2019 han experimentado crisis para surtir el combustible, que alguna vez fue visto como un regalo, y ahora se abre paso hacia una eventual dolarización total.
El costo de la gasolina premium, en US$0,50 por litro, había disipado la escasez que impactó en Caracas, pero sobre todo en el interior del país, tras décadas de subsidio, sometido en mayo de 2020 a algunas limitaciones.
Las colas quedaron reducidas entonces a las estaciones de servicio con combustible subsidiado, a 0,2 bolívares por litro, que no dejaron de observarse en el interior de Venezuela y en algunas zonas puntuales de la capital venezolana.
Este diciembre, sin embargo, similar al de los últimos cuatro años, la crisis retumbó nuevamente y en todas las entidades del país, incluyendo la capital venezolana y sus sectores con señales de recuperación económica, fueron impactados por la falta de combustible y largas filas para conseguir llenar un tanque, fuese a precio internacional o a subsidiado.
“No sé si es pánico ante los rumores de aumento de gasolina en enero, o si realmente hay escasez (...) hace dos días, los carros en la cola preferencial (como le llaman a quienes pagarán en dólares en una bomba subsidiada) pasaban sin problema mientras el resto debía esperar más tiempo, hoy ninguna de las dos filas rueda”, comentó Génesis Ramírez, de 27 años de edad, en los alrededores de una estación en el oeste de Caracas.
Desde la administración de Nicolás Maduro, el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami indicó que el suministro se normalizaría en las próximas horas, sin especificar la causa detrás de la falta que está afectando la actividad económica en al menos diez estados del país.
“Caracas está recibiendo su dosis de patria que recibe el resto de Venezuela a diario en esas colas de gasolina”, han escrito algunos usuarios en redes sociales, cuestionando que son Zulia, Monagas, Anzoátegui, Bolívar y Delta Amacuro las zonas que más han sufrido el impacto de la escasez durante todo el año.
Concretar la dolarización de todo el suministro de gasolina es una medida que se mantiene en evaluación, pero que no deja de alterar a la población, que desde mediados de año ha presenciado la reducción de estaciones con el servicio a precio nacional o la desactivación de cupos para el subsidio a través del sistema Patria.
Algunas principales estaciones con combustible subsidiado han bajado la santamaría mientras esperan el despacho de gandolas antes de fin de año, y en el resto, las llamadas dolarizadas, las filas se tornan caóticas mientras conductores apuntan contra el descalabro de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
