El dólar pierde un poco de brillo a medida que el 2023 toca la puerta

El índice Bloomberg del dólar está a punto de registrar su mayor caída trimestral desde 2010 y cotiza en torno a su nivel más bajo en seis meses

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Bloomberg — Todo indica que el dólar se encamina hacia 2023 con una nota más bajista a medida que el ritmo de la FED para subir las tasas de interés comienza a ralentizarse en medio de señales de que los riesgos de inflación empiezan también a disminuir.

El índice Bloomberg del dólar está a punto de registrar su mayor caída trimestral desde 2010 y cotiza en torno a su nivel más bajo en seis meses, después de retroceder apresuradamente desde el máximo histórico que alcanzó el 28 de septiembre.

El viernes, último día de negociación del año, cayó otro 0,3%, alcanzando en un momento dado la marca más baja desde junio. Sin embargo, aunque el billete verde ha bajado más de un 8% desde su máximo, la divisa ha subido más de un 6% desde finales de 2021, el mejor comportamiento interanual del indicador desde 2015.

El yen, el más fuerte

Entre las divisas del “Grupo de los Diez”, el dólar neozelandés y la corona noruega han sido las más destacadas este trimestre, con subidas superiores al 10% cada una. Pero quizá la moneda más destacada haya sido el yen, que ha repuntado con fuerza tras el cambio de política del Banco de Japón, cuya sorprendente decisión de diciembre de modificar los ajustes de control de la curva de rendimientos es vista por muchos como una señal de que los ajustes ultra flexibles del país podrían llegar pronto a su fin.

Sin embargo, para el dólar en general, lo más importante ha sido -y seguirá siendo- la trayectoria de la política de la Reserva Federal y su evolución en relación con otros bancos centrales. A principios de año, la inflación galopante llevó a la Reserva Federal a aplicar una serie de subidas desmesuradas de los tipos de interés que dispararon el dólar.

Ahora que en su reunión de este mes la Reserva Federal ralentizó el ritmo de subidas y que las expectativas sobre el nivel que podría alcanzar su índice de referencia vuelven a situarse en torno al 5%, parte de esa presión ha disminuido, al menos por ahora.

El apetito por el dólar también se vio favorecido por los flujos de refugio, entre otros factores, ya que la preocupación por el endurecimiento de la política mundial pesó sobre los activos de mayor riesgo, junto con el aumento de las tensiones geopolíticas y las continuas preocupaciones en torno a Covid.

La posibilidad de una recesión en EE.UU., los riesgos en torno a la reapertura de Covid en China y la posibilidad de nuevos descensos de las acciones, por supuesto, tienen el potencial de revigorizar el atractivo de la divisa estadounidense en algún momento. Por ahora, sin embargo, la tendencia es bajista, y todas las miradas estarán puestas en cómo se desenvuelve el panorama económico y del mercado a principios de 2023.

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