Bloomberg — Las acciones de Tesla Inc. están a punto de caer por octavo día consecutivo - la racha de pérdidas más larga de la historia para el fabricante de vehículos eléctricos - en medio de preocupaciones sobre la disminución de la demanda y el nerviosismo más amplio sobre los activos de crecimiento.
Las acciones caían un 3,6% a las 4h40 de Nueva York, a punto de sumarse a una pérdida del 69% este año que ha situado a Tesla entre los peores resultados del índice S&P 500 en 2022. El precio en las operaciones previas a la apertura de las bolsas indica una pérdida adicional de US$ 12.300 millones de capitalización bursátil, con el valor de la empresa ya por debajo del de Walmart Inc, JPMorgan Chase & Co. y Nvidia Corp. tras el desplome de este año.
Las acciones se desplomaron un 11% el martes después de que Reuters informara de que Tesla planea reducir la producción en su fábrica de Shanghai, reavivando los temores sobre la demanda. Ello se sumó a la inquietud suscitada por otro informe de la semana pasada, según el cual Tesla ofrecía a los consumidores estadounidenses un descuento de US$ 7.500 por la entrega de sus dos modelos de mayor volumen antes de fin de año.
Para Tesla, cuya valoración se basa en sus perspectivas de crecimiento futuro, estas preocupaciones reflejan un riesgo significativo.Los valores de crecimiento han sido golpeados este año, con el Nasdaq 100 desplomándose un 34% a medida que la Reserva Federal subía las tasas de interés agresivamente para controlar la inflación.
Tesla ha sido el segundo mayor lastre del índice, después de Amazon. El desplome de este año ha supuesto un cambio radical con respecto a la subida del 1.163% de la empresa en los dos años anteriores. La venta de acciones de Tesla por parte de Elon Musk y la distracción causada por su adquisición de Twitter tampoco han ayudado.
”Da la sensación de que la confianza se ha esfumado y que el cuento de hadas de Tesla ha terminado de repente”, afirma Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank. “Los inversores están más ansiosos por ver cómo afectará la inminente recesión a la demanda de Tesla, cómo afectará la competencia de otros fabricantes de vehículos eléctricos a la cuota de mercado de Tesla y cuándo dejará Elon Musk de liarla en otro sitio mientras Tesla tiembla de mala manera”.
