Fans de Tesla siguen comprando acciones sin inmutarse por su caída en la bolsa

Las acciones de la compañía han caído casi 70% este año. La caída la había convertido en el tercer peor valor del índice S&P 500 este año

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Bloomberg — Ni el peor año de la historia para las acciones de Tesla Inc. (TSLA) ha hecho tambalear la fe de los inversores particulares en el fabricante de vehículos eléctricos y en su multimillonario CEO, Elon Musk.

Estos inversores minoristas han seguido comprando acciones, según muestran los datos de Vanda Research. De hecho, han sido fuertes compradores todos los días de este mes, llevando sus compras netas a máximos históricos tanto en diciembre como en el cuarto trimestre.

El miércoles obtuvieron una pequeña recompensa por su lealtad: Las acciones de Tesla subieron hasta un 6,6% en la bolsa de EE.UU., poniéndola en camino a finalizar una racha de siete días de pérdidas que hizo caer las acciones un 30%. Esto supuso un desplome de casi el 70% de las acciones de Tesla este año, que borró casi US$720.000 millones de su capitalización bursátil.

El último salto sólo recortará ligeramente esas fuertes pérdidas. El descalabro se ha visto alimentado por el alza de las tasas de interés, que ha golpeado a los valores de crecimiento, la preocupación de que la demanda se erosione si se produce una recesión y el temor a que la adquisición de Twitter por Musk desvíe su atención y aumente sus ventas de acciones de Tesla para mantener a flote la empresa de medios sociales. La caída la había convertido en el tercer peor valor del índice S&P 500 este año.

Sin embargo, para los acérrimos partidarios de Tesla entre los inversores minoristas, los riesgos para la demanda de vehículos eléctricos o la preocupación de Musk por Twitter no han sido suficientes para agriar su confianza en una acción que se convirtió en una de las más alcistas de Wall Street durante la pandemia.

“Los inversores minoristas han comprado más acciones de Tesla en los últimos seis meses que en los 60 meses anteriores”, afirma Viraj Patel, estratega jefe de Vanda. “Para los inversores institucionales, es el paraíso del vendedor cuando tienes un comprador que claramente no está leyendo las señales fundamentales”.

El martes, Tesla sufrió un desplome del 11% debido a las nuevas preocupaciones sobre una interrupción de la producción en su planta de Shanghái y el informe de la semana pasada de que Tesla está ofreciendo a los consumidores estadounidenses un fuerte descuento de US$7.500 para recibir sus coches antes de fin de año.

Esto avivó la preocupación por la erosión de la demanda antes de las cifras de entregas del cuarto trimestre, previstas para principios de enero. Las estimaciones han ido bajando en las últimas semanas, y el miércoles el analista de Baird Ben Kallo fue el último en rebajar las suyas, citando el “potencial debilitamiento de la demanda”.

Las acciones de crecimiento en general han sido golpeadas este año, con el Nasdaq 100 desplomándose un 33% mientras la Reserva Federal subía las tasas de interés agresivamente para controlar la inflación. Tesla ha sido el segundo mayor lastre del índice después de Amazon.com Inc. (AMZN) y el desplome de este año ha supuesto un cambio radical con respecto al repunte del 1.163% de la empresa en los dos años anteriores. Las ventas de acciones de Tesla por parte de Musk y la distracción causada por su adquisición de Twitter tampoco han ayudado.

“Da la sensación de que la confianza ha desaparecido y que el cuento de hadas de Tesla ha terminado de repente”, afirma Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank. “Los inversores están más ansiosos por ver cómo afectará la inminente recesión a la demanda de Tesla, cómo afectará la competencia de otros fabricantes de vehículos eléctricos a la cuota de mercado de Tesla y cuándo dejará Elon Musk de liarla en otro sitio mientras Tesla tiembla de mala manera”.

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