Buenos Aires — El peso argentino fue una de las monedas emergentes que más se depreció en 2022. Aun así, la caída lejos está de detenerse: durante 2023 se espera que el peso continúe devaluándose con fuerza y los pronósticos para 2024 tampoco lucen demasiado alentadores. De hecho, dos prestigiosos bancos internacionales anticipan un tipo de cambio oficial por encima de los $700 pesos después de las elecciones presidenciales del año próximo.
El Gobierno argentino había dejado plasmado, al elaborar el proyecto de Ley de Presupuesto de 2023, que esperaba que el tipo de cambio oficial corriera el año que viene apenas por encima de la inflación. Proyectó en la “ley de leyes” un dólar oficial mayorista de $269,90 para diciembre de 2023, lo que hubiera implicado una suba de 62,1% en relación a los $166,5 que había calculado para el fin de este año.
Pero el dólar mayorista ya superó esta última proyección. Se ubica apenas unos centavos por encima de $176, lo que implicaría que, siguiendo la estimación de $269,90 para diciembre de 2023, el tipo de cambio treparía 53,3%. Es decir, por debajo de la inflación que el Gobierno proyecta para el año próximo, de 60%.
¿Salto post elecciones?
Independientemente de ello, las estimaciones se quedarían cortas. Al menos esto es lo que esperan los economistas de algunos de los principales bancos del mundo, según refleja un relevamiento de Bloomberg. En Wall Street, por ejemplo, entidades de la talla de Wells Fargo, JP Morgan Chase y Morgan Stanley proyectan que el tipo de cambio oficial mayorista superará cómodamente la estimación del Gobierno y se ubicará por encima de los $350 dentro de un año.
Así se desprende de los informes de cada banco que recopila Bloomberg News, y que publica en su Terminal.
Wells Fargo prevé que el tipo de cambio oficial trepará a $220 en el primer trimestre del año que viene, a $270 en el segundo, a $300 en el tercero y a $350 para diciembre de 2023.
En JP Morgan, en tanto, estiman que el Gobierno podrá sostener el ritmo de crawling peg hasta el tercer trimestre, que cerraría con el dólar mayorista en $280, antes de pegar un salto tras las elecciones presidenciales del año que viene para cerrar 2023 en $390.
Similar trayectoria trazaron dentro de Morgan Stanley, aunque allí la expectativa es que el salto abrupto del tipo de cambio lleve al dólar oficial de $276 en el tercer trimestre de 2023 a $452 a fin del próximo año.
En Europa, el BBVA tampoco cree que el Gobierno pueda cumplir con su proyección para el dólar en 2023. Situaron al tipo de cambio en $209 al cierre del primer trimestre, en $245 al segundo, en $278 al cierre del tercero y a $340 para fin de 2023. La británica Standard Chartered, en cambio, es más cauta y prevé el dólar oficial en $300 para dentro de 12 meses.
Por su parte el MUFG Bank, el banco más grande de Japón, situó a la divisa en $315 para el cierre de 2023. La entidad contempla también un salto discreto tras las elecciones presidenciales del año próximo, ya que al cierre del tercer trimestre proyectan un dólar de $265.
Por encima del REM
Si se hiciera un promedio de las estimaciones de estas seis entidades para el cierre de 2023, el dólar mayorista se ubicaría en $357,83 dentro de 12 meses. Es decir, 104% más alto que en los niveles actuales y un 32,5% más elevado que la proyección oficial del Gobierno. Si se incluyeran, en cambio, los pronósticos de Capital Economics y de Cinkciarz, cuyas previsiones para el tipo de cambio de fin de 2023 se ubican incluso por debajo de las estimaciones del Presupuesto, ese promedio caería a $324,63, cifra que sigue por encima de la proyección oficial.
Estos promedios se ubican incluso por encima de la proyección de los analistas privados que participaron del último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) publicado por el Banco Central (BCRA). Los 39 participantes de la encuesta realizada entre los días 28 y 30 de noviembre proyectaron, en promedio, que el dólar mayorista cerrará 2023 en $320,39.
De ser así, la proyección promedio de las 26 consultoras y centros de investigación locales e internacionales y las 13 entidades financieras de la Argentina que formaron parte del relevamiento supondría un salto de 81,95% para el tipo de cambio mayorista respecto de los niveles actuales.
