Bloomberg — Distintos países del mundo están implementando o considerando medidas para testear o restringir la entrada de viajeros desde China a medida que el país termina con su política de Cero Covid y se dispone a abrir sus fronteras en enero.
Por ejemplo, EE.UU. está considerando nuevas precauciones para los viajeros desde China en medio de dudas sobre la transparencia de sus datos sanitarios, según funcionarios del país norteamericano, que pidieron no ser identificados para hablar sobre el pensamiento del gobierno.
Japón ya anunció el martes la necesidad de presentar un test negativo a la llegada al país poco después de que Pekín dijera que los viajeros que llega al país no deberán hacer cuarentena a partir del 8 de enero.
China está desmantelando rápidamente sus estrictas medidas contra la pandemia ante el descontento con las normas de Cero Covid, lo que ha desencadenado brotes por todo el país. La incertidumbre sobre la verdadera magnitud de las infecciones, sin cifras oficiales fiables, está alimentando la preocupación de que la rápida propagación del virus pueda dar lugar a la aparición de nuevas variantes.
China está experimentando el mayor brote de Covid-19 del mundo, lo que suscita preocupación entre los responsables de salud pública de todo el mundo. Casi 37 millones de personas podrían haberse infectado con el virus en un solo día de la semana pasada, según estimaciones de la máxima autoridad sanitaria del gobierno.
A principios de esta semana, el Primer Ministro japonés, Fumio Kishida, declaró que existen “grandes discrepancias” en la información procedente del país, lo que alimenta la creciente preocupación. Japón exigirá resultados negativos en la prueba del Covid-19 a su llegada a los visitantes que hayan estado en China continental en un periodo de siete días, mientras que los que den positivo tendrán que permanecer en cuarentena durante una semana.
EE.UU. está estudiando medidas similares, según las autoridades, para evitar una mayor propagación. Malasia también ha impuesto nuevas medidas de seguimiento y vigilancia. India comenzó hace una semana a someter a pruebas aleatorias a cerca del 2% de los pasajeros procedentes de otros países en todos los aeropuertos internacionales para minimizar el riesgo de que cualquier nueva variante entre en el país.
Según datos de Trip.com Group Ltd., las reservas de vacaciones para vuelos salientes desde China continental aumentaron un 254% el martes por la mañana con respecto al día anterior, lo que pone de manifiesto que la inmensa población del país está preparada y deseosa de viajar. Los cinco destinos principales fueron Singapur, con un aumento del 600% en las reservas, seguido de Corea del Sur, Hong Kong, Japón y Tailandia, con un 400%.
China empezará a expedir nuevos pasaportes y permisos de viaje a Hong Kong a los residentes en la China continental, según anunció la Administración Nacional de Inmigración en un comunicado publicado en WeChat a última hora del lunes. Se reanudarán los controles exprés en las fronteras con Hong Kong y Macao, mientras que las solicitudes de extranjeros para ampliar o renovar visados también se reanudarán como parte de la relajación de las medidas el 8 de enero.
Taiwán empezará a testear a los que lleguen de la China continental, ya que prevé la visita de decenas de miles de personas con motivo del Año Nuevo chino a finales de enero. Hong Kong, que tiene previsto reabrir sus fronteras con China antes de mediados de enero, está relajando sus normas de entrada, anunciando el miércoles un amplio conjunto de cambios que eliminarán los límites a las reuniones públicas, así como la prueba de vacunación para entrar en algunos lugares, y ya no exigirá a los viajeros entrantes que se sometan a dos pruebas PCR tras su llegada.
El Secretario de Transporte filipino, Jaime Bautista, pidió el miércoles medidas de prevención, entre ellas la realización de pruebas a los viajeros procedentes de China. “Debemos ser muy cautelosos porque si tienen muchos casos de Covid, debemos tener cuidado con los visitantes chinos que llegan a Filipinas”, declaró a la prensa.
Las nuevas precauciones de viaje de EE.UU. se basan en consultas con expertos en salud pública y socios internacionales, dijeron los funcionarios. Dijeron que las conversaciones han sido impulsadas en parte por la preocupación por la falta de datos de secuenciación genómica que podrían ayudar a identificar la aparición de una nueva variante.
Los expertos sanitarios han manifestado su preocupación por la posibilidad de que la incesante propagación del virus genere una nueva variante peligrosa por primera vez desde que la cepa ómicron provocara un repentino aumento de las infecciones hace más de un año.
GISAID, el consorcio mundial que mantiene una base de datos para que los científicos de todo el mundo compartan secuencias de coronavirus con el fin de controlar las mutaciones, declaró el martes que China ha intensificado su vigilancia en medio del brote en curso. Todas las secuencias compartidas por las autoridades sanitarias chinas sugieren que los virus que están alimentando el brote masivo en todo el país se parecen mucho a las variantes que circulan en el resto del mundo desde julio, añadieron.
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