Bloomberg — La caída de las acciones de Tesla Inc. (TSLA) se profundiza este martes, luego de que un reporte sobre un plan para suspender temporalmente la producción de su fábrica en China volvió a encender preocupaciones sobre la demanda.
La acción cae por séptimo día seguido y está en camino a su mayor racha de pérdidas desde 2018. El valor de mercado de la compañía ha caído a unos US$372.000 millones, por debajo de Walmart Inc. (WMT) y JPMorgan Chase & Co. (JPM).
La caída costará a Tesla su puesto entre las 10 compañías más valiosas del S&P 500, un logro que ha ostentado desde unirse al índice en diciembre de 2020.
La noticia de una menor producción de la producción en Shanghái se suma al informe de la semana pasada de que Tesla ofreció a los consumidores estadounidenses un descuento de US$7.500 por la entrega de sus dos modelos de mayor volumen antes de fin de año, lo que intensifica la preocupación por la disminución de la demanda. Para Tesla, cuya valoración se basa en sus perspectivas de crecimiento futuro, estas preocupaciones suponen un riesgo importante.
“La mayor parte de la debilidad de las acciones este año se debe a que los indicadores muestran un debilitamiento de la demanda mundial”, afirma Craig Irwin, analista de Roth Capital Partners. El crecimiento estimado de los ingresos de Tesla “sigue siendo asombroso, pero no del tipo de los US$385.000 millones de valoración de mercado”, dijo, refiriéndose al valor a finales de la semana pasada.
Los analistas esperan de media que los ingresos crezcan un 54% en 2022 y un 37% en 2023, según datos recopilados por Bloomberg.
La esperanza de que Tesla se convierta en la empresa líder en un futuro dominado por los coches eléctricos impulsó un espectacular repunte de las acciones, que se multiplicaron por ocho en 2020, lo que le valió su puesto en el S&P 500 y, en un momento dado, la convirtió en la quinta acción más valiosa del indicador.
Pero este año el retroceso ha sido igual de rápido. Ha perdido cerca de dos tercios de su valor en medio de la adquisición de Musk en Twitter y otras distracciones relacionadas, el nerviosismo de los inversores sobre los activos de crecimiento y, más recientemente, la preocupación de que la alta inflación y el aumento de las tasas de interés frenen el entusiasmo de los consumidores por los vehículos eléctricos.
Los analistas de Wall Street han empezado a alertar sobre la demanda de vehículos eléctricos, y el precio objetivo medio a 12 meses de Tesla ha caído un 10% este mismo mes. Mientras tanto, la estimación media de beneficios ajustados para 2022 ha descendido más de un 4% desde hace sólo tres meses.
Aun así, la postura general de los analistas sobre Tesla sigue siendo alcista, con la mayor proporción de calificaciones de compra o equivalentes desde principios de 2015.
“A pesar del rendimiento de las acciones, la curva de innovación de Tesla parece estar acelerándose, un marcado contraste con otras grandes empresas tecnológicas cuyas actualizaciones incrementales de productos parecen estancadas en el mejor de los casos”, escribió el analista de Canaccord Genuity George Gianarikas en una nota la semana pasada. Añadió que en 2023 podrían aparecer “brotes verdes” de recuperación.
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