Bogotá — Uno de los grandes objetivos de Gustavo Petro como presidente de Colombia es acelerar el paso en el camino a la transición energética, por ello gran parte del Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026 estará enfocado en promover y avanzar en la generación de energías limpias a partir de fuentes no convencionales.
Sin embargo, el Gobierno no dejará de lado avanzar en las metas macroeconómicas como lo son el crecimiento del PIB y la reducción de la pobreza, el desempleo y la inflación.
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Es por ello que el PND que se presentará al Congreso en 2023 le apunta a que la economía crezca de una manera acorde a su potencial.
Para que Colombia logre un crecimiento económico acorde con un potencial de entre el 3 % y el 4 %, compatible con mayores niveles de empleo formal, menor pobreza e inflación para 2026, la productividad tendría que crecer entre 0,6 % y 1 %.
En el documento del PND se estima que los incrementos en productividad y empleo conllevarán a una tasa de inversión del 24,6% del PIB en 2026 y una tasa de desempleo de 8,5%.
En ese contexto según el PND se busca que las exportaciones no tradicionales y de servicios aumenten a una tasa promedio mayor que las importaciones. Los crecimientos de la inversión, la demanda, las exportaciones y la economía conllevarán a una generación de entre 1,7 y 2,0 millones de empleos, formales en su mayoría.
Camino a las energías limpias
En las bases del Plan de Desarrollo está establecido que se aumentará la productividad nacional con la acción conjunta de sectores, territorios y actores privados en la reducción de sus emisiones de GEl mediante la descarbonización de los sistemas productivos y su captura y almacenamiento en la vegetación y en el suelo.
En concreto, se ajustará el plan de implementación y seguimiento de la actual Contribución Nacional Determinada, además de la preparación de la comunicación ante la Convención Marco de las Naciones Unidas de Cambio Climático en el 2025, incluyendo el desarrollo de la metodología para definir intersectorialmente las metas y los lineamientos para incorporar las obligaciones, los estándares y los principios de derechos humanos en su construcción.
Se ampliará el alcance de la estrategia de fortalecimiento del sector empresarial en la gestión de los riesgos climáticos a los sectores energía y transporte. Al tiempo que se implementarán las acciones de la hoja de ruta de esta estrategia para los sectores de agua, agropecuario, desarrollo urbano y financiero.
A partir de la revisión y actualización de la Política de Transición Energética, el país acelerará la integración de mayor energía renovable en la matriz energética y el sistema energético contará con infraestructura y tecnología avanzada que atienda la demanda cumpliendo los compromisos ambientales y garantizando la seguridad, confiabilidad, asequibilidad y eficiencia del servicio de energía.
El Gobierno Nacional impulsará la incorporación de nuevas fuentes de generación de energía eléctrica a partir de fuentes no convencionales de energía renovable, ajustando e implementando las hojas de ruta del hidrógeno y la energía eólica costa afuera.
También, se definirán e implementarán hojas de ruta y programas para la biomasa, el biogás, los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, la geotermia, energía proveniente del océano, y los biocombustibles avanzados que incluyen entre otros los combustibles sostenibles de aviación.
Para contar con el desarrollo de nuevas plantas de generación con FNCER se determinarán e implementarán los mecanismos regulatorios y de mercado, así como las condiciones para su vinculación al sistema energético nacional.
Se establecerá el marco regulatorio y el programa para la valorización energética de los residuos sólidos lixiviados y biogás en rellenos sanitarios y plantas de tratamiento de aguas residuales para la generación de energía. Se implementarán líneas de crédito y programas que financien el desarrollo de estos proyectos.
