Bloomberg — En un intento por revertir la caída de los índices de aprobación, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, planea reemplazar a su cuarto ministro de su gabinete en dos meses, a medida que su gobierno busca impulsar un presupuesto récord a través del parlamento.
Según informaron el lunes Kyodo News y la cadena pública nacional NHK, Kishida destituirá próximamente a Kenya Akiba como ministro de Reconstrucción, después de que suscitara críticas por el presunto uso inapropiado de fondos políticos.
Kishida ha visto caer su índice de aprobación en varias encuestas importantes hasta su nivel más bajo desde que asumió el cargo en octubre de 2021, y se enfrenta a una coyuntura crucial en su mandato. Ocho de los 10 primeros ministros de las dos décadas anteriores a él ocuparon el cargo menos de un año y medio, y los votantes están acostumbrados a un cambio en la cúpula cuando las encuestas indican que se han cansado de un líder.
Aunque no tendrá que enfrentarse a otras elecciones hasta dentro de dos años, los bajos índices de aprobación hacen más difícil para Kishida controlar a su partido e impulsar sus promesas políticas, incluido un aumento del gasto en defensa a través del parlamento.
La semana pasada, su gobierno desveló un presupuesto inicial récord para el próximo año fiscal de unos 114,4 billones de yenes (US$863.000 millones), frente a los 107,6 billones de yenes del año en curso. El plan, que se presentará al Parlamento a principios del próximo año, incluye un fuerte aumento del gasto en defensa, que probablemente se financiará mediante alzas de impuestos, lo que podría agriar aún más la opinión pública sobre su gobierno, o añadiendo más deuda a la enorme pila de Japón.
Kishida ha visto cómo su gabinete se veía acosado por escándalos que han contribuido a reducir su índice de apoyo, avivando las especulaciones en medios locales como el diario Sankei de que podría remodelar su gabinete a principios del nuevo año.
El exministro de Economía Daishiro Yamagiwa fue presionado para dimitir en octubre por sus vínculos con la Iglesia de la Unificación, que tiene una lista de sentencias judiciales en su contra por sus métodos de recaudación de fondos. Siguieron una serie de dimisiones: el ministro de Justicia, Yasuhiro Hanashi, dimitió tras afirmar que sólo se le tenía en cuenta cuando firmaba las ejecuciones, y el ministro del Interior, Minoru Terada, se vio obligado a dimitir por acusaciones de irregularidades en la financiación política.
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