Bloomberg — El multimillonario Elon Musk advierte contra algo que él mismo ha hecho -endeudarse con el valor de los títulos que uno posee- debido al riesgo de “pánico masivo” en el mercado de valores.
“Aconsejaría a la gente no endeudarse en un mercado de valores volátil y, desde el punto de vista del efectivo, mantener la pólvora seca”, dijo Musk en el podcast All-In publicado el viernes. “En un mercado bajista pueden ocurrir cosas muy extremas”.
El consejero delegado de Tesla Inc. puso miles de millones de su propio dinero cuando compró Twitter Inc. por 44.000 millones de dólares a principios de este año y cargó a la empresa con 13.000 millones de dólares de deuda. Bloomberg News ha informado de que los banqueros de Musk están considerando reemplazar parte de la deuda de alto interés que acumuló en Twitter con nuevos préstamos de margen respaldados por acciones de Tesla que él sería personalmente responsable de volver a pagar.
También se ha deshecho de casi 40.000 millones de dólares en acciones de Tesla, un movimiento que contribuyó a llevar el valor a mínimos de dos años. Tras las últimas ventas, Musk volvió a decir esta semana que dejará de vender acciones, añadiendo que la pausa podría durar unos dos años.
La advertencia, al menos la segunda hecha por Musk este mes, es irónica dado que el multimillonario ha empeñado previamente sus acciones de Tesla. En diciembre de 2020, Musk tenía 92 millones de acciones de Tesla pignoradas como garantía, según una presentación ante la SEC de abril de 2022.
Durante el podcast, Musk también reiteró su creencia de que la economía está a punto de entrar en recesión y que la desaceleración podría ser similar a la escala observada en 2009.
“Mi mejor estimación es que tendremos tiempos tormentosos durante un año o año y medio, y luego, amanecerá aproximadamente en el segundo trimestre de 2024″, dijo Musk. “Los auges no duran para siempre, pero las recesiones tampoco”.
(Actualizaciones con revelaciones anteriores sobre las acciones comprometidas de Musk)
--Con la colaboración de Susanne Barton y Craig Trudell.
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