Los mejores libros de no ficción de 2022

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Bloomberg Opinión — Ray Bradbury escribió una vez que los libros son peligrosos porque su lectura puede hacerte cambiar de opinión. Ese peligro es también lo que hace que leer un buen libro sea una delicia. Al elaborar la lista de los mejores libros de no ficción de este año, he tenido presente la advertencia de Bradbury. Todos los volúmenes que he elegido me han hecho detenerme y replantearme algo que creía entender.

Como siempre, evito la tiranía del alfabeto presentándolos en orden aleatorio, concluyendo con mi elección del mejor libro de no ficción del año:

  • Andrea G. McDowell, We The Miners: Self-Government in the California Gold Rush. Un útil correctivo a la opinión tradicional de que lo que mantenía el orden en las ciudades mineras era la amenaza de la violencia. La autora es ecuánime, pero no se anda con rodeos. Especialmente escalofriantes son sus relatos de las incursiones “punitivas” contra los indígenas, expediciones a las que incluso se esperaba que se unieran los disidentes.
  • Joseph O. Chapa, Is Remote Warfare Moral? Un oficial en activo de las Fuerzas Aéreas nos pide que nos enfrentemos a una dura cuestión ética que nuestro debate público suele ignorar. Chapa, doctor en filosofía por Oxford y experto en inteligencia artificial, está claramente preocupado por sus propias conclusiones. En un año repleto de libros, una joya olvidada.
  • Taylor Harris, This Boy We Made: A Memoir of Motherhood, Genetics, and Facing the Unknown. No me suelen gustar las historias desgarradoras de lucha personal, pero Harris me conquistó, tanto por la intensidad novelística de su historia como por la fuerza de su prosa.
  • Bruce Bueno de Mesquita, The Invention of Power: Popes, Kings, and the Birth of the West. Los tan denostados concordatos del siglo XII entre los gobernantes medievales y la Iglesia católica romana podrían haber contribuido a un crecimiento económico explosivo y ayudado a impulsar el desarrollo de la democracia parlamentaria.
  • Tyler Cowen y Daniel Gross, Talent: How to Identify Energizers, Creators, and Winners Around the World. En mi experiencia, los libros que pretenden ayudar a los directivos a hacer mejor su trabajo suelen abundar en anécdotas y escasear en datos. Pero éste es diferente, y no sólo porque haya datos en abundancia. Los autores han detectado una debilidad flagrante en el modelo corporativo, el persistente desajuste entre lo que una empresa necesita y cómo contrata. Y no se preocupe: también hay consejos.
  • Sabine Hossenfelder, Existential Physics: A Scientist’s Guide to Life’s Biggest Questions. Como promete el título, la autora utiliza la física para plantearse varios enigmas existenciales. Por ejemplo: ¿Vivimos en una simulación? La noción es “más atractiva cuanto menos se sabe de física”. ¿Piensa el universo? Puede que sí.
  • Fernanda Pirie, The Rule of Laws: The 4,000 Year Quest to Order the World. Una reflexiva historia del largo esfuerzo de las élites por regular el comportamiento humano sin preocuparse primero de aprender mucho sobre cómo se comportan los seres humanos. (El segundo libro, que en cierto modo se solapa con el anterior: Lorraine Daston, Rules: A Short History of What We Live By.)
  • Oliver Roeder, Seven Games: A Human History. A pesar del título, el libro no trata realmente de la historia de las damas, el ajedrez, el go, el backgammon, el póquer, el Scrabble y el bridge. Invita al lector a observar con inquietud cómo, uno a uno, son resueltos por la IA. Por el camino, descubrimos que gran parte del “conocimiento” humano sobre los juegos es sencillamente erróneo.
  • Jing Tsu, Kingdom of Characters: The Language Revolution that Made China Modern. Un fascinante relato de los esfuerzos por adaptar a un orden internacional tecnológico y económico en rápida evolución la escritura tradicional “que había crecido a la par que el pueblo chino a lo largo de milenios, enriqueciendo sus vidas y experiencias individuales, sus pensamientos y luchas con la realidad”.
  • Lucy Sante, Nineteen Reservoirs: On Their Creation and the Promise of Water for New York City. El agua del grifo de la ciudad está ampliamente considerada como la mejor del país. Pero la construcción de los embalses desplazó a las comunidades del norte del estado, un hecho por el que la ciudad, con su creciente sed, no se preocupó. Sante nos ofrece un relato revelador de la codicia y la corrupción, pero también de la diplomacia y el ingenio, que intervinieron en la creación del sistema que ahora se da por sentado.
  • David Hackett Fisher, African Founders: How Enslaved People Expanded American Ideals. El título enuncia la tesis. Pero pongamos el punto de vista del autor en términos contemporáneos: ¿Saben los Duttons de Yellowstone de dónde procede el vaquerismo como forma de vida? ¿Están seguros?

Por último, mi selección del mejor libro de no ficción en un año en el que abunda la excelencia:

  • Pekka Hämäläinen, Indigenous Continent: The Epic Contest for North America. Una contribución magistral a los recientes esfuerzos por reescribir la historia de Norteamérica desde el punto de vista de los pueblos indígenas que dominaron la mayor parte del continente mucho después de que los europeos reclamaran la tierra. Hämäläinen detalla las numerosas herramientas -diplomáticas, económicas, legales y, finalmente, violentas- que los ocupantes reales emplearon para resistirse al imperativo colonial: “Los colonos clamaban por más y más tierras, y la guerra podía hacer suyas las tierras indias mucho más rápido de lo que podrían hacerlo los acuerdos escritos”.

Prometo que no sólo leo libros serios. Este año, por ejemplo, también he disfrutado con Can Fish Count? What Animals Reveal About Our Uniquely Mathematical Minds, de Brian Butterworth; Rebel with a Clause: Tales and Tips from a Roving Grammarian, de Ellen Jovin, y The Philosophy of Modern Song, de Bob Dylan, aunque yo no creciera adorando a Dylan como muchos de mi generación.

Sean cuales sean los libros que lea el año que viene, sombríos o desenfadados, espero que elija algunos que le hagan detenerse y recapacitar.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.