Bloomberg — Es poco probable que las acciones de EE.UU. caigan durante dos años seguidos, por lo que las chances de que el saldo de 2023 sea negativo son bajas.
No obstante, si ello llega a suceder, la historia muestra que los inversores deberán prepararse para un año complicado.
Desde 1928, el S&P 500 solo ha caído en años consecutivos en 4 ocasiones: la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, la crisis del petróleo de la década de 1970 y la explosión de las puntocom a principios de siglo.
En los casi 100 años de historia del índice de referencia, tales ocasiones son claramente atípicas. Sin embargo, cuando se han producido, las caídas en el segundo año siempre han sido mayores que en el primero, con un descenso medio del 24%. Esto superaría la caída de este año, de alrededor del 20% hasta la fecha.
Más de dos años consecutivos en números rojos son aún más raros. El S&P 500 se desplomó durante tres años seguidos, de 2000 a 2002 y de 1939 a 1941, mientras que la racha de pérdidas más larga sigue siendo la que siguió al infame crack de Wall Street, cuando las acciones cayeron durante cuatro años, de 1929 a 1932.
Más allá de ello, tanto los gestores de fondos como los estrategas de Wall Street prevén una recuperación moderada del S&P 500 el año que viene.
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