Bloomberg — Sam Bankman-Fried está en un vuelo a los EE.UU. para hacer frente a una letanía de cargos penales vinculados a su papel en el colapso de cripto intercambio FTX después de días de drama legal en las Bahamas.
El cofundador de FTX embarcó en un pequeño avión blanco en un aeropuerto privado de Nassau bajo custodia de agentes estadounidenses y despegó poco antes de las 19.45 hora local.
Se espera que Bankman-Fried aterrice cerca de Nueva York, donde los fiscales federales presentaron la semana pasada una acusación de ocho cargos contra él que podría condenarle a decenas de años de cárcel.
Su marcha marca el final de un capítulo especialmente caótico de la saga de la quiebra de FTX. Bankman-Fried fue detenido la semana pasada en su ático de US$30 millones por las autoridades de Bahamas a petición de las autoridades estadounidenses.
Desde que la semana pasada se le denegó la libertad bajo fianza en una vista inicial ante el tribunal de Bahamas, Bankman-Fried estuvo recluido en un centro penitenciario de las afueras de Nassau conocido como Fox Hill. La tristemente célebre prisión dista mucho de la lujosa propiedad en la que había vivido después de establecer Bahamas como sede de FTX.
Una vez de vuelta en Estados Unidos, es probable que sea procesado en las próximas horas y que sus abogados presenten argumentos para que se le conceda la libertad bajo fianza. No estaba claro en qué aeropuerto estadounidense aterrizaría Bankman-Fried.
Un representante de Bankman-Fried declinó hacer comentarios sobre las conversaciones que su equipo legal pueda estar manteniendo con los fiscales.