Bloomberg Línea — La presencia del virus de la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) AH5N1 en varios Estados de México ha llevado a que los otros ocho países que conforman el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) refuercen las alertas con vigilancias activas y, ante todo, con medidas de bioseguridad en las granjas.
“El riesgo es inminente para toda la región”, dijo Óscar Zelaya Estradé, director técnico del OIRSA, durante la jornada técnica de capacitación virtual que la institución intergubernamental hizo recientemente.
Fundado en 1953, el OIRSA ha enfrentado las amenazas que representan las plagas y enfermedades, al brindar cooperación técnica y financiera a los Ministerios de Agricultura y Ganadería de sus Estados miembros. Además de México, lo integra Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
La influenza aviar es clasificada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) como una enfermedad de declaración obligatoria, es decir, que exige notificación cuando los médicos o laboratorios las diagnostican, y en los últimos años ha provocado la mortandad de millones de aves domésticas y silvestres.
A nivel del continente y producto de la migración de aves, los primeros casos de la enfermedad de alta patogenicidad se reportaron en Canadá en diciembre de 2021, y semanas después en Estados Unidos. Entre octubre y diciembre de este año, las autoridades sanitarias de Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela han confirmado brotes.
De enero de 2021 a noviembre de 2022, se han registrado 8.142 brotes de H5N1 en aves de corral en el mundo, afectando a 138 millones de aves, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, con sede en Atlanta.
Acciones preventivas en Centroamérica
A través de un comunicado, el OIRSA dijo que, debido a la migración masiva de aves silvestres desde el norte hacia el sur de septiembre a diciembre, “es importante tomar en cuenta que aumenta la posibilidad de ingreso de esta enfermedad a los países de la región”.
“Los productores de traspatio de aves de corral y los encargados de granjas tecnificadas deben de estar alertas y prevenir enfermedades respiratorias en las poblaciones avícolas, es importante redoblar las medidas de bioseguridad”, dijo Juan Carlos Argueta, coordinador del Programa de Variables Climáticas y Sanidad Agropecuaria del OIRSA.
Ante esta situación, el organismo regional recomienda restringir el ingreso de aves procedentes de países, áreas y establecimientos que estén afectadas con la enfermedad. Además de mantener y fortalecer las medidas de bioseguridad en todos los puntos de la cadena de producción.
También conmina a fortalecer los programas de vigilancia epidemiológica en las zonas de mayor riesgo de introducción de la IAAP por aves silvestres de los países, y la capacidad diagnóstica en los laboratorios locales y regionales, con énfasis en la caracterización de las cepas circulantes que están afectando los países del continente.
En caso de observar aves enfermas o muertas, sobre los valores normales esperados, comunicarlo de forma inmediata a las autoridades sanitarias. De observar mortalidad de aves silvestres en lagunas, humedales o áreas donde frecuentan este tipo de poblaciones, notificar de inmediato a las autoridades, y establecer medidas de protección para las aves silvestres, evitando la caza indiscriminada y la destrucción del hábitat natural.
Las autoridades de cada país de la región también han hecho campañas de divulgación sanitaria con las cadenas productivas locales, y en conjunto con los sectores portuarios, aeroportuarios, navieras y aerolíneas comerciales, para dar a conocer a los pasajeros el riesgo de introducción de la enfermedad.
En México y la región centroamericana hay alrededor de 600 millones de aves de corral, según el OIRSA.