Ciudad de México — La cautela de los inversionistas que se vio en 2022 a raíz de la incertidumbre macroeconómica y a la caída de las acciones en bolsa por parte de empresas tecnológicas está lejos de terminar, lo que seguirá provocando un panorama de inversión desafiante para la industria de capital de riesgo o venture capital en 2023, aseguran inversionistas.
“El próximo año será más difícil y más meritocrático el acceso al financiamiento, aunque los proyectos buenos que realmente agreguen valor, que transformen, van a poder conseguir capital”, prevé el cofundador y socio director del fondo argentino Newtopia, Mariano Mayer.
El panorama macro genera retos relacionados con la disminución en el consumo, manejo de presupuestos, recaudación de fondos, aumento de la informalidad y reducción de inversión extranjera, según Laura Carrión, asociada en AMPLO Inversión de Impacto, en Colombia.
“Estos retos demandan acciones por parte de actores tanto del sector público como del privado en donde los emprendedores son fundamentales para corregir el mercado y contribuir al crecimiento económico”.
Una caída más pronunciada en venture capital en 2023
Brian Requarth, cofundador de Latitud, una plataforma que impulsa el emprendimiento en América Latina, opina que el siguiente año será duro.
“El mercado está enfriándose y aún no toca fondo”, dice el cofundador y general partner del fondo mexicano Wollef Ventures, Cristóbal Perdomo, quien coincide en que la tendencia continuará durante la primera mitad de 2023.
En los últimos 12 meses, el capital de riesgo alcanzó un momento de estabilidad, luego de que en 2021 sufriera una anomalía al dispararse la inversión a montos nunca antes vistos en América Latina, dice Requarth.
El 2021 fue un año récord en inversión. Las startups latinas captaron US$15.700 millones, el triple de lo que se había captado en la región en 2020, cuando se reportó una inversión por US$4.000 millones, de acuerdo con los datos de la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina (LAVCA).
A pesar de la disminución respecto a lo que fue 2021, el 2022 será el segundo año con mayor inversión para startups en la región.
“Esto fue resultado, no tanto de Latinoamérica, sino de la reducción de la inversión en activos alternativos derivado del alza en la tasa de interés en EE.UU., que trajo como consecuencia que mucho capital no necesitara buscar alto riesgo para tener rendimientos”, explicó Perdomo.
Requarth dijo que el panorama del venture capital es de retos, los cuales difieren en las diferentes etapas.
Los mayores retos los enfrentarán las empresas emergentes que buscan financiamiento en Series A, B o C, prevé Mayer. Las últimas dos han visto una sequía de capital. En este contexto, es probable que por los próximos trimestres siga habiendo un mayor crecimiento o un menor impacto en el capital semilla.
Aunado a esto, en 2023 se verá un menor número de inversiones de fondos extranjeros en la región. Perdomo explica que esto se debe a que se enfocarán en sus mercados naturales, sobre todo porque esta es su primera experiencia invirtiendo en Latinoamérica y tienen incertidumbre de cómo se comporta una recesión en la región en comparación con lo que pasa en mercados más desarrollados.
Valoraciones más reales
Carrión explica que en los últimos años los venture capital invirtieron en compañías bajo el supuesto de que pueden tener gastos mucho mayores a las ventas en la fase inicial (uno o dos años) con el fin de generar una base de clientes que en el mediano plazo podrán adquirir productos o generar información que den utilidades positivas.
La desaceleración del ecosistema de venture capital se ha dado debido a que muchas de las compañías que recaudaron fondos con modelos de negocio basados en estos supuestos, han tenido pérdidas de millones de dólares. A pesar de que se generan empleos en el corto plazo, no se genera una sostenibilidad de negocio, por lo que se crean “burbujas”, dijo Carrión.
En 2023 seguirá la corrección del venture capital y las valoraciones serán más reales. “Sin duda, la forma en la que se valoraba a las empresas en el pasado no volverá en el corto plazo. La industria atraviesa un momento de contracción y mi proyección es que los próximos dos años va a seguir siendo un mercado en que la eficiencia sea más valorada que el crecimiento”, afirmó Requarth, de Latitud.
Las compañías están empezando con los ajustes (reducción de gastos y despidos de personal) para acomodarse al mercado y esto seguirá por lo menos el año que viene, dijo Mayer.
“Lo positivo es que, a su vez, es una depuración del mercado, pues involucra la salida de fondos que no dieron resultados, pero también la creación de nuevos fondos”, dijo Perdomo.
Carrión, de AMPLO Inversión de Impacto, aconseja a los emprendedores que busquen construir un proyecto a largo plazo enfocándose en generar unidades económicas positivas, en un mejor uso de su presupuesto y en solucionar problemas de las industrias con mayor impacto en la población que está viviendo las consecuencias de la recesión.
Así tendrían mejores posibilidades enfrentando la nueva situación global y regional en el ecosistema de venture capital en 2023.