Santiago — Hay inquietud en el mercado respecto de cuándo el Banco Central de Chile podría comenzar a recortar la Tasa de Política Monetaria (TPM) luego de mantenerla en 11,25% en diciembre. Pilar Tavella, analista económica de América Latina en Barclays, asegura que esto podría ocurrir en algún momento del segundo trimestre de 2023.
“Creemos que en el primer trimestre sería muy apresurado, ya que todavía no hay evidencia fuerte que muestre que la inflación está convergiendo” a la meta del 3%, dijo en una entrevista con Bloomberg Línea.
¿En julio, agosto o septiembre? El momento en el organismo emisor podría aplicar el recorte de la tasa de interés de referencia dependerá de la evolución puntual de la inflación mensual y del contexto externo.
Tavella indica que será importante en un escenario con una alta inflación, donde se espera una alta persistencia y con expectativas a dos años por encima del rango meta, no se produzca un recorte prematuro con el fin de no tomar el riesgo de “volver para atrás”.
Barclays está esperando que la inflación caiga desde el actual 13.3% interanual, registrado en noviembre, hasta alrededor del 5.5% para diciembre de 2023.
“Sería una caída significativa basada en menores presiones inflacionarias externas por los precios de los commodities, y además por la caída del consumo”, dijo Tavella
Según su proyección, el proceso será gradual y seguramente no lineal, con meses donde la inflación todavía puede sorprender al alza, agrega. “La inflación viene mostrando una persistencia alta que debería ceder, pero no inmediatamente”.
Un lento proceso de desinflación
Barclays coindice con autoridades chilenas y otros organismos en que la recesión en el país será moderada. Habrá un “aterrizaje suave del sobrecalentamiento post pandemia”, precisa Tavella.
Con ello, estiman que las holguras requeridas para reducir el componente domestico de la inflación tardarán tiempo en generarse. “Por todo eso, y a lo que se suma el riesgo generado por la vulnerabilidad de las cuentas externas de Chile, consideran que el proceso de desinflación será lento”.
Tavella asegura que este país tuvo una muy “buena performance fiscal” en 2022 debido a una combinación de recorte de gasto de Covid e ingresos transitorios.
En ese sentido, la economista dice que es esperable que, cuando una economía entra en recesión, el impulso fiscal se vuelva positivo nuevamente, en la medida que sea contenido y focalizado. “Pero evidentemente esto implica que la recesión no será tan profunda, y por lo tanto se tardará un poco más en reducir la inflación”.
Lo que quedará por verse será cómo se combinan la política fiscal y monetaria de una manera que no vayan a contramano y posteriormente se deba recurrir a una política monetaria “demasiado restrictiva”, afirma.