Bloomberg — Una multitud de argentinos salió a las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires este martes para festejar la Copa del Mundo con la Selección e intentar ver a su capitán, Lionel Messi, interrumpiendo la ruta prevista del desfile y obligando a las fuerzas de seguridad a evacuar en helicóptero a los dirigidos por Lionel Scaloni.
Argentina se ha visto abrumada por celebraciones desde el domingo, cuando Argentina venció a Francia por su tercer título de la Copa del Mundo, y el primero en 36 años. Luego de que una multitud abarrotara el bus del equipo a la salida de Ezeiza, el recorrido previsto por la ciudad para el mediodía se vio interrumpido por unas cuatro millones de personas que salieron a las calles, según Clarín.
Un video en redes sociales mostraba a un fanático cayendo de un puente al bus del equipo que transportaba a Messi, mientras que otra persona caía a la calle entre la multitud. Casi al mismo tiempo, Chiqui Tapia, directora de la Asociación de Fútbol, dijo en redes que no podrían continuar en autobús y se disculpó con los simpatizantes que acudieron temprano.
Enzo Fernández, un mediocampista del equipo, publicó una foto de sí mismo en un helicóptero con auriculares y una portavoz presidencial confirmó que los jugadores estaban volando sobre la multitud ya que las carreteras estaban obstruidas debido a la “explosión de felicidad”.
Después de que el presidente Alberto Fernández decretara un feriado nacional para las celebraciones, la televisión local transmitió imágenes de personas llenando puentes de autopistas, trepando postes de luz y vehículos mientras cantaban y revoleaban camisetas y banderas. Es probable que la mala planificación y la falta de seguridad para proteger el autobús del equipo provoquen acusaciones cruzadas.
La celebración proporciona una distracción muy necesaria para los argentinos que luchan contra una crisis económica de alta inflación, una moneda débil y controles de capital.
La situación política de Argentina está muy polarizada y una foto de políticos con Messi, un héroe local considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, podría tener consecuencias inesperadas antes de las elecciones generales de octubre. La coalición peronista gobernante ha visto disminuir los índices de aprobación a medida que la inflación anual se acelera a cerca del 100%.
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