Ciuda de México — El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reconoció que la aprobación de la reforma electoral “fue un gran avance’', durante su conferencia matutina del 16 de diciembre, pero lamentó que no se haya logrado una reforma constitucional debido a que lo impidió la oposición.
“No se logró una reforma constitucional porque lo impidieron los conservadores antidemocráticos y corruptos, fue un bloqueo”, dijo AMLO, como se conoce al presidente de México.
El 15 de diciembre se aprobó en la Cámara de Diputados en lo general la minuta que reforma la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la Ley General de Partidos Políticos, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, y expide la Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral con 269 votos a favor, 217 en contra y cero abstenciones.
La minuta plantea cambios relacionados con la transferencia de votos que permitía garantizar “la vida eterna” de los partidos políticos pequeños, luego de que AMLO amagó con la posibilidad de vetar toda la reforma ante la persistencia de este esquema. Morena, el partido en el poder, y sus aliados atendieron la noche del jueves 15 de diciembre el llamado del presidente y eliminaron la cláusula de “vida eterna”.
La Cámara de Diputados devolverá al Senado el apartado que se eliminó referente a la transferencia de votos, para que pueda ser revisado por los senadores, mientras que el resto de la reforma político-electoral, al haber sido avalada por ambas cámaras sin cambios, se turnó al Titular del Ejecutivo para sus efectos constitucionales.
La reforma electoral no fue lo que buscaba desde un inicio López Obrador. “La iniciativa de reforma a la Ley electoral, la reforma constitucional, planteaba reducir el presupuesto de los partidos a la mitad para ahorrar 15.000 millones de pesos”, dijo el mandatario.
AMLO envió al Congreso un Plan B electoral en respuesta a que fue rechazada su reforma constitucional en materia electoral a inicios de diciembre, ya que no se contó con la mayoría calificada de votos que se necesitan para poder cambiar la Constitución.
La propuesta original establecía compactar los gastos y el número de consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE).
“Lo que se buscaba con la reforma a la Constitución es que no hubieran 500 legisladores sino 300 y que se eliminaran 200 plurinominales porque no eran electos por el pueblo sino eran parte de las cúpulas de poder de los partidos políticos”, expresó el presidente López Obrador.
La reforma electoral fue criticada por la oposición y algunos ciudadanos que salieron a las calles a expresar su descontento bajo la consigna “El INE no se toca”.
Al respecto AMLO señaló que “hubo gente que pensó que nos queríamos adueñar del INE y que íbamos a manejar el padrón electoral y que el propósito era que yo me reeligiera o que no se permitiera la democracia, puras mentiras”.
El mandatario mexicano defendió que “en una democracia nadie puede ser intocable”. Y lamentó que “no se pudo tampoco que los ciudadanos eligieran a los consejeros”.
Sin embargo, el presidente López Obrador, señaló que con el bloqueo de quienes él llama conservadores “sólo nos dejan la posibilidad de modificar una ley secundaria, pero no puede contradecir lo que ya esté establecido en la Constitución, entonces las limitaciones son muchas”.
“No podíamos dejar que una institución al servicio de minorías en una oligarquía que se sentían dueños de México se mantuviese sin ningún cambio”, dijo AMLO.
López Obrador agradeció a los legisladores por la aprobación de la reforma electoral, y dijo que el siguiente paso es pasarla a la Suprema Corte para que ahí se decida si es constitucional o no.