Bloomberg — Una central hidroeléctrica que proporcionará casi una quinta parte de las necesidades de electricidad de Colombia finalmente entró en funcionamiento después de más de una década de retrasos, lo que ofrecerá energía barata y será muy bien recibido por los tenedores de bonos.
La presa de Hidroituango, de 225 metros de altura, que retiene cerca de 20 millones de metros cúbicos de agua en el río Cauca, en la zona central de Colombia, generará 2.400 megavatios de electricidad una vez que esté completamente operativa. Las primeras dos unidades de generación –de un total de ocho– comenzaron a producir 600 megavatios el miércoles.
En el último mes, la startup ha hecho de los bonos de Empresas Públicas de Medellín (EPM) uno de los valores con mejor desempeño entre los bonos corporativos de Colombia. Pero fue un esfuerzo increíble llegar a este punto en medio de preocupaciones ambientales, un deslizamiento de tierra y una enorme inundación que amenazó con derribar sus muros y obligó a la evacuación de 10.000 personas.
Los rendimientos de los US$1.000 millones en bonos de EPM que vencen en julio de 2029 mostraban una caída de 4 puntos básicos a 8,25% el jueves, su nivel más bajo en tres meses, según datos de Trace. Los bonos han tenido un rendimiento del 7,6% en el último mes, frente al avance de 5,2% entre los valores de los mercados emergentes.
Las raíces del proyecto se remontan a su primer estudio de factibilidad, en 1983. La construcción de la central finalmente comenzó en septiembre de 2011 a pesar de las objeciones de ambientalistas que aseguraban que arruinaría un sistema fluvial prístino. Pero justo cuando estaba a punto de entrar en operaciones en abril de 2018, se produjo el deslizamiento de tierra y la inundación. Si bien el hormigón no cedió, la estructura sufrió daños por cerca de US$1.000 millones.
“Es una muy buena noticia que EPM haya podido llevar adelante un proyecto de tal magnitud y superar el accidente de 2018″, dijo Sandra Loyola, analista de renta fija de Credicorp Capital en Lima. “El proyecto es de suma importancia no solo para EPM por los ingresos que le va a generar en el tiempo, sino también por el aporte de Hidroituango para el sistema eléctrico”.
EPM prevé que el costo del proyecto sea de 17,6 billones de pesos (US$3,700 millones) y que las próximas dos unidades entren en funcionamiento en noviembre.
Sin embargo, después de tantos retrasos, persisten las preocupaciones en torno a la continuación del trabajo, señaló Loyola. Después del accidente de 2018, los inversionistas se mantendrán muy atentos a los riesgos, indicó.
“Los riesgos geológicos deben monitorearse de cerca”, dijo Loyola. Ese será “otro de los grandes desafíos para EPM”.
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