Bloomberg — Elon Musk, destronado esta semana del primer puesto en la clasificación de Bloomberg de las personas más ricas del mundo, ha vuelto a desprenderse de acciones de Tesla, la cuarta vez en el año. El consejero delegado de Tesla vendió entre el 12 y el 14 de diciembre, por US$ 3.580 millones, casi 22 millones de acciones del fabricante de vehículos eléctricos, según un documento presentado anoche ante la Securities and Exchange Commission (SEC, el regulador estadounidense de los mercados de capitales). Con ello, el total vendido desde finales del año pasado asciende a casi US$ 40.000 millones.
Antes de la apertura de las bolsas estadounidenses, las acciones de Tesla bajaban hasta un 3,5%, hasta US$ 151,33. Las acciones de Tesla han caído un 55% este año, reflejando la preocupación de los inversores por la compra de Twitter por valor de US$ 44.000 millones, así como el temor al impacto de la subida de los tipos de interés, que encarece los coches para los consumidores. Los problemas de demanda en China, el mayor mercado de Tesla después de EE.UU., también contribuyeron a la caída de las acciones en el periodo.
Durante el fin de semana, Musk - que está deseando impulsar la participación en la plataforma de medios sociales de la que ahora es propietario - atacó a un antiguo ejecutivo de Twitter y publicó teorías conspirativas que alarmaron incluso a sus seguidores más veteranos.
Musk intentó durante meses salir del negocio de Twitter, pero fracasó. Para reunir el dinero suficiente para la compra, vendió más de US$ 15.000 millones en acciones de Tesla: unos US$ 8.500 millones en abril y otros US$ 6.900 millones en agosto. En noviembre, tras prometer que había terminado de vender, se deshizo de otros US$ 3.950 millones en participación accionaria.
“Olvidé decir una cosa en la junta anual de accionistas de Tesla: igual que mi dinero fue el primero en entrar, será el último en salir”.
Twitter tiene que nuevas y grandes facturas que pagar
Musk utilizó importantes cantidades de dinero prestado, ahora ya contabilizadas en el balance de Twitter, para ayudar a financiar la adquisición. La carga de la deuda de Twitter subió a unos US$ 13.000 millones, frente a los US$ 1.700 millones previos a la transacción, junto con otras clases de títulos que podrían convertirse en acciones.
Twitter afronta ahora unos pagos anuales de intereses de unos US$ 1.200 millones, que podrían encarecerse aún más, ya que los tipos de casi la mitad de esa deuda no están prefijados y fluctuarán en función de los precios de mercado.
“A riesgo de decir lo obvio, cuidado con la deuda en condiciones macroeconómicas turbulentas, especialmente mientras la Fed sigue subiendo los tipos”, tuiteó Musk esta semana.
Las recientes ventas de Musk reducen su participación en la empresa a cerca del 13%, según datos de Bloomberg. Musk, consejero delegado de Tesla desde 2008, sigue siendo el mayor accionista. Al cierre del miércoles, su fortuna ascendía a US$ 160.900 millones, lo que le sitúa segundo en el Índice Bloomberg Billionaires, por detrás del francés Bernard Arnault. Su fortuna se ha reducido en US$ 109.400 millones este año.
(Con la asistencia de Venus Feng y Brian Chappatta)