Buenos Aires — La economía argentina se desacelerará en 2023. Crecerá menos que en 2022 y las proyecciones estiman un crecimiento cercano al 0,5% para el PBI el año próximo. Aún así, hay quienes creen que la economía entrará en recesión en 2023 y este miércoles se publicó un dato que marca cierto decrecimiento en la actividad.
El INDEC publicó el dato de octubre de utilización de la capacidad instalada en la industria, que marca una suba del 66,7% interanual. Un aumento del 2,4% respecto al mismo mes del 2021. Sin embargo, es el piso más bajo desde marzo, donde también la utilización alcanzó el 66,7%. En agosto este dato marcó una suba del 69,6% y en septiembre del 68,6%. El número más bajo del año fue el de enero: 57,5%.
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Utilización de la capacidad instalada, por sector
Son cinco los bloques sectoriales que presentaron en octubre niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general: industrias metálicas básicas (89,6%), productos minerales no metálicos (79,8%), papel y cartón (75,2%), refinación del petróleo (72,4%) y sustancias y productos químicos (71,3%).
Por otra parte, son siete los sectores que se ubican debajo del nivel general: productos alimenticios y bebidas (62,5%), industria automotriz (62,3%), productos del tabaco (57,5%), productos de caucho y plástico (56,9%), edición e impresión (56,2%), metalmecánica excepto automotores (54,8%) y productos textiles (53,0%).
El informe destaca que la principal incidencia positiva se observa en sustancias y productos químicos. “Las sustancias y productos químicos registran un nivel de utilización de la capacidad instalada de 71,3%, superior al del mismo mes del año anterior (64,2%), vinculado a los mayores niveles de producción de productos químicos básicos, materias primas plásticas y agroquímicos”, señaló el INDEC.
¿Qué esperar del PBI de Argentina en 2023?
Respecto de las expectativas de la economía local, y consultado por Bloomberg Línea semanas atrás, Sebastián Menescaldi, director asociado de la consultora EcoGo, opinó que “distan de ser favorables”. “Se prevé que la oferta de dólares de exportación para el próximo año, dada la sequía y cierta normalización de los precios internacionales, sea inferior a la de este año mientras que las necesidades crecen por pagos al FMI, bonistas y de provincias mayores”.
“Todo ello configura que sea necesaria una importante reducción de las importaciones que determina un menor nivel de actividad por restricción de la oferta”, indicó en diálogo con Bloomberg Línea.
Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, por su parte, analizó que para este año se puede esperar una expansión de 5% para 2022, pero para el próximo el panorama se vuelve poco alentador, con una proyección de 0%.